martes, 26 de junio de 2012

* MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 25-06-12 - 31 ANIVERSARIO DE LAS APARICIONES

“Queridos hijos, con gran esperanza en el corazón, también hoy os invito a la oración. Cuando oráis hijos míos, vosotros estáis conmigo y buscáis la voluntad de mi Hijo y la vivís. Estad abiertos y vivid la oración, y que en cada momento ella sea para vosotros condimento y alegría de vuestra alma. Yo estoy con vosotros e intercedo por todos vosotros ante mi Hijo Jesús. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

martes, 19 de junio de 2012

* CONOCER A JESUS - CAP. 20

Jesús en Su Bondad Infinita, y en Su Eterno Amor por nosotros, pacientemente espera que Le dejemos entrar en nuestra vida, para mostrarnos Su Misericordia Divina y colmarnos de gracias. Como dice en el apartado D. 1682 Si las almas se abandonaran totalmente a Mí, Yo Mismo Me encargaría de santificarlas y las colmaría de gracias aún mayores.

Y para los que no Le abren la puerta porque no Le conocen, no se fían, no creen o simplemente niegan Su existencia; en ese mismo apartado Les dice: Hay almas que frustran Mis esfuerzos, pero no Me desanimo; siempre que se dirigen a Mí Me apresuro a ayudarlas, protegiéndolas con Mi misericordia y les doy el primer lugar en Mi compasivo Corazón.  

Conocer a Jesús en plenitud, es imposible, porque nuestra limitada condición humana, nos lo impide. Pero lo que sí es evidente, es que si no le dejamos entrar en nuestro corazón, se convertirá en un perfecto desconocido. Y aunque alcancemos las más altas cotas de riqueza, popularidad y honores; nuestra vida habrá carecido de sentido, porque habremos ignorado nuestra realidad divina.

sábado, 16 de junio de 2012

* CELEBRACION DEL INMACULADO CORAZON DE MARIA

CONSAGRACION AL CORAZON INMACULADO DE MARIA

¡Oh, Corazón Inmaculado de María!, desbordante de bondad, muestra tu amor por nosotros.
Que la llama de tu Corazón, ¡oh María!, descienda sobre todos los pueblos.
Te amamos inmensamente.
Imprime en nuestros corazones un verdadero amor.
Que nuestro corazón suspire por ti.
¡Oh María!, dulce y humilde de corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en el pecado.
Tú sabes que nosotros, los hombres, somos pecadores.
Con tu santísimo y maternal corazón, sánanos de toda enfermedad espiritual.
Haznos capaces de contemplar la bondad de tu maternal corazón, para que así nos convirtamos a la llama de tu corazón. Amén.


Esta oración, se la dio la Santísima Virgen María a los videntes de Medjugorje. 

viernes, 15 de junio de 2012

* SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS

                          

CONSAGRACION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS

Oh Jesús, sabemos que eres manso, que has dado tu Corazón por nosotros.
Has sido coronado de espinas por nuestros pecados.
Sabemos que aún hoy, oras por nosotros, para que no nos perdamos.
Jesús acuérdate de nosotros, cuando caemos en el pecado.
Por tu Santísimo Corazón, haz que nos amemos todos, unos a otros.
Haz que desaparezca el odio entre los hombres.
Muéstranos tu amor.
¡Todos te amamos!
Y deseamos que nos protejas, con tu Corazón de Buen Pastor.
¡Entra en cada corazón Jesús!
Toca a la puerta de nuestros corazones.
Sé paciente y tenaz con nosotros.
Aún estamos encerrados en nosotros mismos, porque no hemos comprendido tu voluntad.
Toca sin descando, oh Jesús, haz que nuestros corazones se abran a Ti,
acordándonos de la Pasión que has sufrido por nosotros.
Amén.

Esta oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, la dió la Santísima Virgen María a los videntes de Medjugorje, dirijida a un grupo de jóvenes

martes, 12 de junio de 2012

* CONOCER A JESUS - CAP. 19


Pero ¿cómo podemos aprender a diferenciar lo humano de lo divino, para que dejemos de ser ingratos con Jesús?  

Creo que es muy difícil aprender a diferenciar lo humano de lo divino, mientras no tomemos conciencia de nuestra verdadera naturaleza, de que hemos sido creados por Dios, y  aceptemos la realidad de Su Creación Divina.

Obviamente si no reconocemos la existencia de Dios, lo divino, carece de contenido, no tiene ningún sentido, y lo humano se posiciona y se afianza como la única realidad existencial.

En este punto es donde deben resonar con fuerza las palabras de nuestro querido Beato Juan Pablo II, en el discurso de inauguración de su pontificado el 22 de Octubre de 1978: ¡NO TENGAIS MIEDO! ¡NO TENGAIS MIEDO! ¡A ABRIR DE PAR EN PAR LAS PUERTAS A CRISTO!

El Beato Juan Pablo II conocía muy bien el contenido del Diario de Santa Faustina y las palabras de Jesús que en él figuran. Es curiosa la coincidencia de esas palabras que pronunció con tanto ímpetu, alegría y convicción y las palabras que Jesús dice en el apartado D. 1577: Diles a las almas que no pongan obstáculos en sus propios corazones a Mi misericordia que desea muchísimo obrar en ellos. Mi misericordia actúa en todos los corazones que le abren la puerta; tanto el pecador como el justo necesitan Mi misericordia. La conversión y la perseverancia son las gracias de Mi misericordia. 

¡No debemos tener miedo! ¡Abramos las puertas de nuestros corazones a la misericordia de Jesús! Dejémosle entrar. Dejémosle obrar y poco a poco nos conducirá por senderos y caminos de Paz, Amor, Bondad, Misericordia, y Vida, que nos harán percibir en la medida que somos capaces de asumir, la verdad y la autenticidad de la realidad divina.

Y así aprenderemos a diferenciar lo humano de lo divino, aprenderemos a ser más agradecidos y justos con Dios y con nuestros semejantes; y en la medida en que Dios nos vaya alimentando y nutriendo con Sus Gracias y Dones y nosotros sigamos incansablemente abriéndole más y más puertas, entraremos de lleno en el camino de la conversión y la perseverancia, en el que las dudas, tropiezos y caídas, de las que nadie está exento, no desaparecerán, pero de una cosa podemos estar completamente seguros, siempre contaremos con la ayuda incondicional, incansable e inagotable de la Misericordia Divina, que sin ninguna duda nos conducirá a la Vida Eterna.

jueves, 7 de junio de 2012

* CONOCER A JESUS - CAP.18

Cap. 18

No seamos ni ingratos ni injustos con Dios. Él dijo: << Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios >> Jesús con ésa frase quiso dejarnos un mensaje muy claro: “que no confundamos ni mezclemos lo terreno con lo divino”; ambas realidades conviven en nuestra existencia humana, pero debemos tener perfectamente definido a que realidad corresponden las cosas que tenemos o conseguimos y los dones y gracias que recibimos.

Las cosas terrenales pueden ser buenas o malas, justas o injustas, agradables o desagradables, gratas o ingratas, pero siempre son visibles, tangibles y perfectamente valorables.

Pero los dones y gracias que recibimos, fruto del Amor, de la Bondad y de la Misericordia Divina, no son visibles, ni tangibles, ni fáciles de valorar para el ser humano.

Simplemente los recibimos; pero como no sabemos o “no queremos saber” o “reconocer” su procedencia, es más fácil hacerlos nuestros, y autosatisfacernos y sentirnos incluso orgullosos, de las virtudes y cualidades, que a los dones y gracias acompañan siempre, y damos por supuesto que si los tenemos es porque los merecemos; por lo tanto a nada ni a Nadie hay que agradecer “nada”.

En el apartado D. 1537, fechado el 27 1 1938. Santa Faustina escribe: Hoy, durante la Hora Santa Jesús se quejó conmigo de la ingratitud de las almas. A cambio de los beneficios recibo ingratitud; a cambio del amor obtengo el olvido y la indiferencia. Mi Corazón no puede soportarlo.

Aprendamos a diferenciar lo humano de lo divino, y no seamos ingratos.

lunes, 4 de junio de 2012

* MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-06-12

«Queridos hijos, continuamente estoy entre vosotros, porque con mi infinito amor, deseo mostraros la puerta del Paraíso. Deseo deciros cómo se abre: por medio de la bondad, de la misericordia, del amor y de la paz -por medio de mi Hijo. Por lo tanto, hijos míos, no perdáis el tiempo en vanidades. Solo el conocimiento del amor de mi Hijo puede salvaros. Por medio de este amor salvífico y del Espíritu Santo, Él me ha elegido y yo, junto a Él, os elijo a vosotros para que seáis apóstoles de su amor y de su voluntad. Hijos míos, en vosotros recae una gran responsabilidad. Deseo que vosotros con vuestro ejemplo, ayudéis a los pecadores a que vuelvan a ver, a que enriquezcan sus pobres almas y a que regresen a mis brazos. Por lo tanto: orad, orad, ayunad y confesaos regularmente. Si el centro de vuestra vida es comulgar a mi Hijo, entonces no tengáis miedo, todo lo podéis. Yo estoy con vosotros. Oro cada día por los pastores y espero lo mismo de vosotros. Porque, hijos míos, sin su guía y el fortalecimiento que os viene por medio de la bendición, no podéis hacer nada. ¡Os doy las gracias!»