viernes, 29 de noviembre de 2013

+ La modelo que renunció a Chanel por una vida de oración

La modelo y conductora de TV Ania Golędzinowska le cuenta a Paolo Gambi por qué dejó el deslumbrante mundo de las celebridades por Medjugorje.
Ania Golędzinowska: ‘Dejé Italia sin avisarle a nadie’
Mientras Silvio Berlusconi enfrenta la peor crisis que la República Italiana haya visto jamás, un miembro de su familia extendida se ha ido a un largo retiro a Medjugorje. Ania Golędzinowska, la novia polaca de Paolo Enrico Beretta, sobrino del primer ministro italiano (que es el hijo de la difunta hermana de Silvio Berlusconi, Maria Antonietta), se ha mudado a una aldea en Bosnia Hercegovina para llevar una vida de oración.
¿Cómo fue que terminaste en Medjugorje?
La primera vez fui invitada por un amigo que también me pagó el viaje. Yo tenía una cierta alergia hacia los sacerdotes y la Iglesia. Pero ese primer viaje me cambió la vida, tanto es así que durante los dos años siguientes ya no era capaz de vivir serenamente, porque me di cuenta que nunca en mi vida había sido muy feliz. Lo que estaba viviendo era una ilusión, no la felicidad verdadera. Caí en depresión. Yo tenía una vida privilegiada que ya no me gustaba. En cambio, anhelaba las cosas simples, normales. Una mañana me desperté, llamé a mi amigo y le pedí que me encontrara un lugar para alojarme en Medjugorje — o me tiraría por la ventana. Dejé Italia con dos maletas sin decirle a nadie. Y aquí estoy.
¿Cuánto tiempo has estado en Medjugorje y cuándo regresarás a Italia?
He estado aquí casi tres meses. En realidad, mi primer pensamiento fue venir aquí sólo por unos días, ya que el 25 de junio debería haber empezado un trabajo de relaciones públicas en Porto Cervo, Cerdeña, en el club de millonarios de Flavio Briatore. Sin embargo, el 25 de junio fue también el 30 aniversario de las apariciones en Medjugorje. Después de cinco días aquí, cancelé el contrato y decidí quedarme. Estoy en una comunidad mariana y convivo con sacerdotes y religiosas.
¿Cómo pasas el día?
Me despierto a las cinco de la mañana. Subimos a la colina del Podbrdo para rezar el Rosario, luego descendemos, hacemos oración y luego la Santa Misa. Trabajamos hasta medio día. Yo limpio las habitaciones y los baños, después hago el planchado o me pongo a pelar patatas. También tenemos un huerto y gallinas. Después rezamos otro Rosario. En la tarde descansamos y a las seis de la tarde hacemos otras oraciones.
Estás pasando el verano en un lugar de oración, totalmente alejada de todo y de todos. ¿No extrañas Formentera, Cerdeña y otros lugares como ése?
Por supuesto que no. Muchos de mis antiguos amigos no pueden comprender lo que hago. Ellos no entienden cómo puedo ser feliz haciendo lo que quizás hacía mi señora de la limpieza. De hecho, creo que nunca había sido tan feliz. Me siento como cuando era niña, cuando era pequeña y vivía con mi familia pobre y sencilla. Todo lo que hago me hace sentir satisfecha. Me siento amada por Dios y por los que me rodean, sin tener que disfrazarme de lo que nunca he sido. Ahora sé que la gente se me acerca por lo que realmente soy y no para sacar provecho. Lo dejé todo. Me visto con los “vestidos de la providencia” que a veces dejan aquí los peregrinos, porque mi ropa no encajaba en Medjugorje. Tampoco podía llegar aquí calzando zapatos Chanel…
¿Cuál fue la reacción de tu novio, Paolo Enrico Beretta?
Al principio se sorprendió. Durante casi dos semanas no supo dónde estaba yo. Nos encontramos de nuevo un mes más tarde, cuando volví a Milán para rescindir el contrato de arrendamiento de la casa y vender el auto: decidí mudarme permanentemente a Medjugorje. Nos reunimos, hablamos mucho y él entendió mis razones. Me dijo que las respeta y que siempre y en todo caso él estará cerca de mí hasta que yo esté lista para volver. Y él sabe que esto podría suceder en un año como en cuatro. Mientras tanto, se está preparando para visitarme. Ahora yo puedo hacer lo que Nuestro Señor quiere de mí. Si Nuestro Señor quiere que yo regrese, volveré a Italia. Pero no creo que esto vaya a suceder en un futuro cercano.
Leímos en los periódicos que tú habías elegido la castidad. De nuevo, uno se pregunta si tu novio estuvo de acuerdo con tu elección.
Él es quizás el único hombre que siempre me ha respetado. Hemos mantenido una relación casta, aunque nos conocemos desde hace tres años. Tal vez por eso nuestra relación es tan profunda. He decidido crear una asociación “corazones puros” para aquellos que han decidido vivir en castidad hasta el matrimonio, respetando a Dios y respetándose a sí mismos. Como un signo de reconocimiento hay anillos numerados para todos los miembros.
¿Por qué tanta gente del mundo del espectáculo en Italia acude a Medjugorje?
No lo sé. Algunos lo hacen por publicidad, pero también están aquellos que lo hacen realmente para encontrar respuestas. Al final todos somos seres humanos y los periódicos generalmente no publican historias de gente común y corriente. Creo que el mundo de hoy nos impulsa a buscar la verdad, porque vivimos una falsa realidad.
¿Cómo comenzó tu historia?
Es una larga historia y escribí sobre ella en el libro Con occhi di bambina (“A través de los ojos de una niña”). Comienza cuando yo era una pequeña princesa que soñaba en un castillo y en su príncipe azul, pero fui arrojada del castillo encantado cuando tenía cuatro años de edad. Tuve que luchar contra personas falsas, el acoso, el abuso, las drogas y muchas cosas más.
Se publicó que en 2008, vistiendo tan solo un bikini, tú saliste de un pastel que regalaron al primer ministro Silvio Berlusconi y le cantaste “Feliz Cumpleaños”. ¿Después de Medjugorje, lo harías de nuevo?
Después de Medjugorje hay muchas cosas que no volvería a hacer, pero no me arrepiento de nada. He tenido que vivir lo bueno y lo malo de mi pasado a fin de dar testimonio hoy en día de que puedes cambiar, de que la vida real es otra cosa. Jesús vino y murió por los pecadores, no por las personas sanas. Yo soy la primera entre los pecadores. No quiero perder el privilegio de disfrutar de la misericordia de Nuestro Señor.
De las fiestas, quizás con cocaína, a Nuestra Señora… ¿No crees que quizás estás tratando de escaparte del mundo.
Yo no he tenido nada que ver con las drogas desde hace seis años. Tampoco quiero escaparme del mundo, yo sé que la batalla la damos en nuestra vida cotidiana. Pero primero tengo que curar mi alma para poder ayudar a los demás, ayudarlos a luchar en el campo de batalla por el único y verdadero Rey, que es Dios.
¿Qué quieres decir a nuestros lectores desde Medjugorje?
Tres cosas: amen, perdonen y no juzguen. Así como ustedes quieren ser perdonados, también los demás tienen derecho a una segunda oportunidad. Perdonen, pero no lo hagan por los demás: háganlo por ustedes mismos. Deben deshacerse del odio y el resentimiento que guardan en su corazón. Sólo entonces Dios podrá actuar en ustedes. De otro modo, Él no tendrá dónde derramar las gracias que les tiene reservadas. Si deciden venir a Medjugorje, no esperen ver el sol girar ni otros milagros. El milagro real es su partida. Nuestra Señora se hará cargo de todo lo demás. Abran su corazón.
Paolo Gambi, Jueves 22 de Septiembre de 2011
 Fuente: www.centromedjugorje.org

martes, 26 de noviembre de 2013

+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 25-11-13



 

“Queridos hijos: Hoy os invito a todos a la oración. Abrid profundamente la puerta del corazón, hijos míos, a la oración, a la oración con el corazón y entonces el Todopoderoso podrá obrar en vuestra libertad y comenzará la conversión. La fe llegará a ser tan firme que podréis decir con todo el corazón: ‘mi Dios, mi todo’. Comprenderéis, hijos míos, que aquí en la Tierra todo es pasajero. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

+ SED APÓSTOLES DE LA MISERICORDIA DIVINA


Cierto día el confesor de Santa Faustina, le mandó preguntar al Señor Jesús por el significado de los dos rayos que están en esta imagen. La respuesta que recibió durante la oración fue: Los dos rayos significan la Sangre y el Agua. El rayo pálido simboliza el Agua que justifica a las almas. El rayo rojo simboliza la Sangre que es la vida de las almas…Ambos rayos brotaron de las entrañas más profundas de Mi misericordia cuando Mi corazón agonizante fue abierto en la cruz por la lanza. Estos rayos protegen a las almas de la indignación de Mi Padre. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios. (D. 299)

Jesús, pone a nuestro alcance los rayos que justifican y dan vida a las almas. Los ofrece como refugio seguro y confortable,  para que la justa mano de Dios, no nos alcance. Y deja a nuestro libre criterio el aceptar esa disponibilidad Suya, o no.

Pero tierna y dulcemente nos dice: Ofrezco a los hombres un recipiente con el que han de venir a la Fuente de la Misericordia para recoger gracias. Ese recipiente es esta imagen con la firma: Jesús, en Ti confío. (D. 327) Nos asegura que: Por medio de esta imagen colmaré a las almas con muchas gracias, por eso que cada alma tenga acceso a ella.

A cambio de todo esto, sólo pide una cosa, que libremente nos decidamos a confiar definitivamente en Él. No encontrará alma ninguna la justificación hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia. (D. 570)

La veneración de su Imagen, es fundamental para la divulgación de la Misericordia divina. El 10 XI [1937], Jesús, hizo saber interiormente a Santa Faustina que: Ya muchas almas han sido atraídas a Mi amor por esta imagen. Mi misericordia actúa en las almas mediante esta obra. (D. 1379)

Nuestro querido Beato Juan Pablo II (1920-2005), durante su pontificado fue el mayor divulgador de la veneración a la Misericordia Divina. Distribuyó millones de estampas con la Imagen de Jesús Misericordioso, en las que puso estas palabras “Sed apóstoles de la Divina Misericordia”.

Si un Papa, Mariano por excelencia, concedió tanta importancia a esta veneración; hasta el punto de que en la Canonización de la Beata Mª Faustina Kowalska, exclamó: “¡Sacerdotes, haced de la Divina Misericordia vuestro programa sacerdotal en este tiempo necesitado como nunca!”; es evidente que conocía en profundidad todo lo expresado e indicado por Jesús a Santa Faustina, y que tenía plena confianza en Jesús Misericordioso.

viernes, 15 de noviembre de 2013

+ Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma “Jesús, en Ti confío”


Para facilitarnos la tarea de conocerle más a fondo, y así podamos amarle con más intensidad; Jesús se manifiesta a Santa Faustina y a toda la humanidad, con un diálogo cercano, sencillo, clarificador y lleno de Amor.

Con posterioridad el 22 de Febrero de 1931, se aparece a Santa Faustina en su celda, y le dice: Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma “Jesús, en Ti confío”. Deseo que ésta imagen sea venerada primero en vuestra capilla y luego en el mundo entero. (D. 47)

Jesús se da a conocer con su Imagen, Divina-Humana, a Santa Faustina; y quiere darse a conocer, en modo visible, al mundo entero; y lo hace viniendo a nuestro encuentro una vez más, como reflejan sus pies uno delante del otro; con la mano derecha bendiciendo a quien sale a su encuentro y le mira; levantando ligeramente su túnica con el pulgar y el índice mostrando la Luz divina que rebosa de su Sagrado Corazón; y que una vez ha salido, se convierte en dos rayos, uno pálido y otro rojo, que simbolizan la sangre y el agua, que salieron de su cuerpo, después de ser traspasado su costado por la lanza del soldado romano.

Aunque camina con la cabeza erguida, sus ojos miran hacia abajo, como clamando humildemente, dejando a un lado una vez más, su condición divina, que viene a iluminar de nuevo este mundo de tinieblas, que viene al encuentro de todos, justos y pecadores, que su Luz y su Bendición es para todos sin excepción y como veremos más adelante, con una predilección muy especial por los pecadores, para que ninguno se pierda.

Y como colofón final de tan portentoso y maravilloso acontecimiento, exige que la Imagen lleve, como firma, y no como inscripción, estas palabras: “Jesús, en Ti confío”.

Parece que Jesús, utilizando un formato contractual Divino, quiere dejar claro, en un plano humano, que quien confíe plenamente en Él, será asistido y acogido en su Misericordia Divina.

Para dejar plena constancia de ello a continuación dijo: “Prometo que el alma que venere esta Imagen no perecerá. También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte. Yo mismo la defenderé como Mi gloria” (D. 48)

 

A continuación, y como para reafirmar la importancia que su Imagen, a modo de compromiso, le dice: “Deseo que haya una Fiesta de la Misericordia. Quiero que esta Imagen que pintarás con pincel, sea bendecida con solemnidad el primer domingo después de la Pascua de Resurrección; ese domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia. (D. 49)

Y como broche final de su aparición, dice: “Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo a las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. Me queman las llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas humanas.

Jesús se quejó con estas palabras: La desconfianza de las almas desgarra Mis entrañas. Aún más Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de Mi amor inagotable no confían en Mí. Ni siquiera Mi muerte ha sido suficiente para ellas. ¡Ay de las almas que abusen de ella! (D. 50)

Queda claro que la Imagen no es un hecho anecdótico, sino que es una parte fundamental de su plan; no es algo que vaya destinado para el culto personal de Santa Faustina o para su Congregación; no, ha de ser venerada primero en su capilla, eso sí; pero inmediatamente después, en todas las Iglesias; debe ser venerada en el mundo entero, tiene que estar a la vista de todos.

Para ello, Él, necesita de la ayuda de sus representantes o sustitutos en la tierra, los sacerdotes; manifiesta claramente la necesidad de que la Santa Madre Iglesia, que Él fundó, se sienta copartícipe, como no podía ser de otra manera; que se responsabilice de la divulgación de la Veneración a la Misericordia Divina.

Por eso desde un principio, quiere que la Imagen sea, no solamente bendecida, sino que además a de serlo con solemnidad; y no un día cualquiera, no, tiene que ser el día por excelencia del Señor, un domingo, y no cualquier domingo, no, tiene que ser el primer domingo después de la Pascua de Resurrección.

Si el domingo de la Pascua de Resurrección, es una explosión de alegría y de júbilo para todos los cristianos; Él quiere que el siguiente domingo, todos, participemos en la celebración de una fiesta, la Fiesta por excelencia, la ¡Fiesta de la Misericordia!, donde Su Imagen a de ocupar una lugar muy destacado; para que todos podamos venerarla y con fe y confianza, podamos decirle: “Jesús, en Ti confío”.

Con ésa firma que Jesús dispuso para el pie de Su Imagen, quiere dejar de una manera muy sencilla y a la vez rotunda, que la cláusula fundamental de su compromiso, es la  confianza plena, en Él, de todos: justos, pecadores y almas elegidas.

Sin confianza, es imposible para el ser humano, mantener una relación personal, sana, eficaz, vital y duradera. Eso es lo que Jesús necesita, para poder realizar su obra en nosotros; porque todos necesitamos, aunque no seamos conscientes de ello, de Su Misericordia Divina.

Los justos y las almas elegidas, porque creen que ya hacen lo correcto o lo suficiente; y los pecadores, porque creen que no se la merecen, porque piensan que el peso de sus pecados es mayor, que la Misericordia de Dios ¡Qué equivocados estamos todos!
 

martes, 12 de noviembre de 2013

+ ID POR TODO EL MUNDO Y ENSEÑAD EL EVANGELIO


¡Convertíos y creed en el Evangelio! Esta llamada, que hemos leído en el Nuevo Testamento, y oímos con frecuencia en la Santa Misa, a lo largo del año Litúrgico, y muy especialmente en el tiempo de Cuaresma; sigue resonando en el fondo de las revelaciones que Jesús dio a Santa Faustina 1900 años después de su Ascensión al Cielo; unas veces con fuerza, otras con tristeza, muchas con esperanza, y en todas ellas, se percibe un anhelo apremiante y amoroso, de que todos, sin excepción, confiemos en Él, plenamente, sin excusas ni demoras. Que nada de lo que el mundo ofrece, vale la pena, porque todo es pasajero, intrascendente y sin valor para Él.

Ser cristiano, no es simplemente estar bautizado, haber recibido la primera Comunión y el Sacramento de la Confirmación; recibir los Sagrados Votos Religiosos; o el Sacramento del Orden Sacerdotal; o creer firmemente en las verdades fundamentales de la Fe cristiana contenidas en el Credo; y además de todo esto, recibir con frecuencia el Sacramento de la Reconciliación; o asistir con asiduidad a la Santa Misa y recibir la Comunión.

Jesús en Sus revelaciones, no pone ninguna objeción a lo expuesto anteriormente, como es lógico, todo lo dispuso Él, en el Evangelio; y a sido desarrollado a lo largo de los siglos por nuestra Santa Madre Iglesia.

Lo que pide, a veces parece incluso, que nos lo suplica, es que hay que llevarlo a cabo de todo corazón, con una total confianza en Él, que nos dejemos llevar de Su mano para que todo lo hagamos por amor a nuestros prójimos y por amor a Él.

Sí, por amor a Él. Pero ¿cómo se puede amar a alguien que no hemos visto, que no hemos hablado directamente con él, en fin que no le conocemos a fondo?

¡Claro! que sabemos que es el Hijo de Dios, que bajó del Cielo, que renunciando a su condición divina, se hizo hombre, y durante treinta años, vivió en el hogar de José y María, y que posiblemente trabajó de carpintero.

También sabemos, que una vez iniciada su vida pública, en los evangelios aparecen numerosos milagros y enseñanzas en forma de parábolas no siempre fáciles de comprender, y discusiones con las castas sacerdotales que no aceptaban Sus enseñanzas; y que todo acabó con su Dolorosa Pasión y Muerte, dando cumplimiento a lo escrito por los profetas en el Antiguo Testamento.

Y que con su Resurrección y Ascensión a los Cielos después de entregar al Espíritu Santo a sus discípulos les dijo: “Id por todo el mundo y enseñad el Evangelio”

miércoles, 6 de noviembre de 2013

+ ¿Quién era Santa Faustina Kowalska?


¿Quién era Santa Faustina, la mujer elegida por Jesús, para Su misión? Nació el 25 de Agosto de 1905, en el seno de una familia campesina, pobre y piadosa de la aldea de Glogowiec, siendo la tercera hija entre diez hermanos.

En el Santo bautizo se le impuso el nombre de Elena. Desde muy jovencita mantuvo con Jesús una relación de diálogo directo y personal, a través de revelaciones y apariciones frecuentes. Siguiendo las indicaciones de Jesús, se traslada a Varsovia. El 1 de Agosto de 1925, es admitida al postulantado en la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia, y el 30 de Abril de 1926, recibe el hábito y el nombre de Sor María Faustina.

Mujer sencilla, humilde, obediente, con escasa formación y una frágil salud, vive sus escasos años de vida religiosa, entre labores de cocina, jardinería y portería, en diferentes casas de la Congregación, a las que sus Superioras la enviaban; y los frecuentes ingresos hospitalarios, imprescindibles para restablecer su debilitada salud.

Su diario consta de 6 cuadernos y un apéndice titulado “Mi preparación para la Santa Comunión"

El 5 de Octubre de 1938, a las once menos cuarto de la noche, Sor María Faustina Kowalska, con 33 años vividos y tras largos sufrimientos soportados con gran paciencia, se fue a la Casa del Padre.

El Papa Juan Pablo II, el 18 de Abril de 1993, beatificó a Sor Faustina; y el 30 de Abril de 2000, la canonizó; y siguiendo el expreso deseo de Jesús, designó como “DOMINGO DE LA MISERICORDIA DIVINA” al primer domingo después del domingo de Resurrección. Juan Pablo II dijo: “La luz del mensaje de la Divina Misericordia, confiado a Santa Faustina por Jesucristo, iluminará al hombre del Tercer Milenio”. “¡Sacerdotes, haced de la Divina Misericordia vuestro programa sacerdotal en este tiempo necesitado como nunca!”

 

lunes, 4 de noviembre de 2013

+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-11-13


“Queridos hijos, de nuevo os invito maternalmente a amar. Orad, sin cesar, por el don del amor; a amar vuestro Padre Celestial sobre todas las cosas. Cuando le amáis a Él, os amáis vosotros mismos y a vuestro prójimo. Eso no se puede separar. El Padre Celestial está en cada persona, ama a cada uno y llama a cada uno por su propio nombre. Hijos míos, por eso, a través de la oración, escuchad la voluntad del Padre Celestial, hablad con Él, estableced una relación personal con el Padre, que hará aún más profunda la relación con vosotros mismos, la comunidad de mis hijos, mis apóstoles. Como Madre deseo, que por medio de la oración hacia el Padre Celestial, os pongáis por encima de las vanidades terrenales que son estériles, y que ayudéis a los demás, para que poco a poco conozcáis y os acerquéis al Padre Celestial. Hijos míos, orad, orad, orad por el don del amor, porque el amor es Mi Hijo. Orad por vuestros pastores, para que tengan siempre amor por vosotros, como Mi Hijo lo ha tenido y lo ha demostrado dando Su Vida por vuestra salvación. ¡Os doy las gracias!”