viernes, 26 de diciembre de 2014

+ MENSAJES DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 25-12-14


Mensaje anual del 25 de diciembre de 2014 a Jacov
“¡Queridos hijos! Hoy, en este día de gracia, deseo que el corazón de cada uno de vosotros se convierta en el establo de Belén, donde nació el Salvador del mundo. Yo soy vuestra Madre que os ama inmensamente y que cuida de cada uno de vosotros. Por lo tanto, hijos míos, entregaros a la Madre para que, ante el Niño Jesús, pueda presentar el corazón y la vida de cada uno de vosotros, porque solo así, hijos míos, vuestros corazones serán testigos del nacimiento cotidiano de Dios en vosotros. Permitid a Dios que con la luz ilumine vuestras vidas y con la alegría vuestros corazones, para que vosotros podáis diariamente iluminar el camino, y ser un ejemplo de la verdadera alegría a otros que viven en la oscuridad y no están abiertos a Dios y a sus gracias. Gracias por haber respondido a mi llamada”
 



Mensaje  del 25 de diciembre de 2014
¡Queridos hijos! También hoy, os traigo en mis brazos a mi Hijo Jesús, y a Él le pido la paz para vosotros y la paz entre vosotros. Orad y adorad a mi Hijo, para que en vuestros corazones entre su paz y su alegría. Oro por vosotros para que cada vez estéis más abiertos a la oración. Gracias por haber respondido a mi llamada” 

jueves, 4 de diciembre de 2014

+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-12-14


“Queridos hijos, recordad lo que os digo: ¡el amor triunfará! Sé que muchos de vosotros estáis perdiendo la esperanza porque veis junto a vosotros sufrimiento, dolor, celos y envidia… Sin embargo, yo soy vuestra Madre. Estoy en el Reino, pero también aquí con vosotros. Mi Hijo me envía nuevamente para ayudaros. Por lo tanto no perdáis la esperanza, al contrario, seguidme, porque el triunfo de mi Corazón es en el nombre de Dios. Mi amado Hijo piensa en vosotros como siempre ha hecho: ¡creedle y vividlo! Él es la vida del mundo. Hijos míos, vivir a mi Hijo significa vivir el Evangelio. Eso no es fácil. Conlleva amor, perdón y sacrificio. Eso purifica y abre el Reino. Una oración sincera, que no son solo palabras, sino oración que el corazón pronuncia, os ayudará. Como también el ayuno, porque ello conlleva ulterior amor, perdón y sacrificio. Por tanto no perdáis la esperanza, al contrario seguidme. Os pido nuevamente que oréis por vuestros pastores: para que tengan siempre la mirada en mi Hijo, que es el primer Pastor del mundo y cuya familia es el mundo entero. ¡Os doy gracias!”