jueves, 26 de noviembre de 2015

+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 25-11-15



“Queridos hijos, hoy os llamo a todos: orad por mis intenciones. La paz está en peligro, por lo tanto, hijos míos, orad y sed portadores de paz y esperanza en este mundo sin paz donde Satanás ataca y pone a prueba de todas las formas. Hijos míos, sed fuertes en la oración y valientes en la fe. Yo estoy con vosotros e intercedo ante mi Hijo Jesús por todos vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”

lunes, 23 de noviembre de 2015

+ "SIENTO ALGO MUY FUERTE EN MEDJUGORJE, CREO QUE DIOS ESTÁ AQUÍ"


Parroquia de MedjugorjeEn los últimos meses, los periodistas de Radio "Mir" Medjugorje tuvieron la oportunidad de hablar con un gran número de peregrinos, entre los que se encontraba Layousse, un joven israelí que vino por primera vez al Festival de la Juventud.
"Aquí hay jóvenes que pertenecen a grupos de oración y el guía de nuestro grupo representa a un movimiento de oración israelí en el Vaticano. El objetivo de nuestro movimiento es acercar a la gente a Dios, hablar con ellos y ayudarles a progresar en la fe. Personalmente, siempre he creído en Dios, pero en Medjugorje siento algo muy fuerte, creo que Dios está aquí. En este lugar he podido ver algo en lo que no había creído hasta ahora y por ello le estoy muy agradecido a Dios. El Festival de la Juventud se centra muy bien en los jóvenes, tanto en adolescentes como en muchos otros jóvenes sin religión que se sienten completamente perdidos hoy en día en este mundo. Hay muchísimos jóvenes adictos dependientes de tantas cosas, que caen constantemente en tentaciones... Necesitamos volver a Dios para poder combatir al demonio. La Virgen es nuestra única esperanza."

martes, 17 de noviembre de 2015

+ "LA SOLA FE, SIN AMOR Y SIN OBRAS DE AMOR, ES UNA SOMBRA DE FE, ES ALABARSE A SÍ MISMO"


1669737_10152824429243913_1092791197184868880_oNuestra Madre corrige a aquellos que creen que se salvan por la sola fe. Esto es lo que sostienen los protestantes y que les viene directamente de Lutero. Cuentan que Lutero, en un arranque de furia, quitó de la Biblia la carta de Santiago y la arrojó con violencia. La razón: contradecía abiertamente su enseñanza, que bastaba sólo la fe para ser salvados. La fe en Cristo, se entiende. El apóstol Santiago (el menor, no el hijo de Zebedeo y hermano de Juan) escribió: “¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «tengo fe », si no tiene obras? ¿acaso podrá salvarle la fe? Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta. Y al contrario, alguno podrá decir: «¿Tú tienes fe?; pues yo tengo obras. Pruébame tu fe sin obras y yo te probaré por las obras mi fe. ¿Tú crees que hay un solo Dios? Haces bien. También los demonios lo creen y tiemblan. ¿Quieres saber tú, insensato, que la fe sin obras es estéril? Abraham nuestro padre ¿no alcanzó la justificación por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿Ves cómo la fe cooperaba con sus obras y, por las obras, la fe alcanzó su perfección? Y alcanzó pleno cumplimiento la Escritura que dice: Creyó Abraham en Dios y le fue reputado como justicia y fue llamado amigo de Dios.» Ya veis cómo el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente. Del mismo modo Rahab, la prostituta, ¿no quedó justificada por las obras dando hospedaje a los mensajeros y haciéndoles marchar por otro camino? Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (St 2:14-26). 
Si la Santísima Virgen decidió aclarar esa verdad de la fe, de siempre, cabe preguntarse si no es porque la Iglesia, como temía Pablo VI, se ha estado fuertemente “protestantizando”. Uno de los síntomas de esa advertida “protestantización” es ignorar el Magisterio universal de la Iglesia con la consecuencia que la persona hace su propia interpretación de la Sagrada Escritura. El Magisterio es visto como imposición que ofende a la autonomía, como susceptible de ser cambiado de acuerdo a condiciones y culturas diferentes y es así como –por ejemplo- se oye hablar de “fe adulta”, que no es otra cosa que llamar fe a lo que es todo lo opuesto porque se enfrenta a las enseñanzas de la Iglesia. Una fe verdaderamente adulta es todo lo contrario, una fe crecida no sigue las corrientes de la moda, el espíritu del tiempo, como si Dios pudiese mudarse o cambiar de opinión. Una fe adulta y madura es la que está radicada en la amistad con Cristo y que es totalmente fiel a su Palabra. Esa amistad -que viene del amor y de la fe por el Señor alimentados ambos por la oración diaria y la adoración asidua, por la lectura y asimilación de su Palabra, por la obediencia a las enseñanzas del Magisterio de siempre de la Iglesia- es la que nos abre a todo lo que es bueno y bello; al amor y las obras del amor. Amor y fe de quien vive en el Espíritu y en momentos de confusión -como el que vivimos- tiene criterios para discernir lo verdadero de lo falso, entre la impostura y la verdad. 
1662329_550271218413527_1950997266_nNuestra Madre nos llama a vivir en la verdad de Cristo, que es la verdad del amor y que se entronca con la fe. En el Señor verdad y amor, se encuentran. En la medida que nos acercamos a Jesucristo, la verdad y el amor se funden también en nuestras vidas. El amor sin la verdad sería ciego, y la verdad sin el amor –como dice el apóstol san Pablo a los corintios- es “campana que toca, platillos que resuenan” (Cf 1Co13:1), o sea puro ruido, mera hojarasca. Como nos advierte la Santísima Virgen en este mensaje, lo mismo ocurre con la fe sin obras de caridad. Esa fe es una sombra, es un fantasma de fe, no fe verdadera. Nada de eso da verdadera gloria a Dios ni nos santifica. Santificarse, hacerse santos, o más bien dejar que Dios obre en nosotros por medio de la gracia y de nuestra fe manifestada en obras de amor, es el camino que nos llevará al Cielo, adonde nuestra Madre nos conduce y está a las puertas esperándonos. 
Por cierto que no es fácil amar como Dios y la Santísima Virgen nos piden, y esto cuanto más nos aproximamos a la luz de la verdad -que viene de nuestra mayor cercanía al Señor- más se nos vuelve evidente. Sin embargo, Ella nos alienta, para que no desesperemos ni nos desanimemos, a la par que nos exhorta a no dejar de orar para poder amar más y más. Sólo así podremos volvernos sus apóstoles. Esos enviados suyos que aman a Dios con todas sus fuerzas, con toda su alma y aman a todos. Quienes mediante el testimonio de vida le enseñan al mundo qué es amar de verdad. 
En ese sentido, las vidas de los santos –que son siempre ejemplares (de paso recordemos que la Santísima Virgen en Medjugorje recomienda leer a los santos y saber de sus vidas)- nos permite ver casos concretos de ese apostolado de amor del que nos habla. Un gran ejemplo de testimonio de amor se nos presenta en san Maximiliano María Kolbe. San Maximiliano murió en el campo de Auschwitz, poniéndose en lugar de un padre de familia a quien los alemanes iban a matar. El suyo fue un holocausto de amor, o como lo definió san Juan Pablo II, él fue un mártir del amor. 
Decía este gran apóstol de María, fundador de la Milicia de la Inmaculada, que cuando nuestra voluntad choca con la de Dios lo que sobreviene es dolor y sufrimiento, cuando en cambio coinciden, cuando nuestra voluntad se identifica con la voluntad divina se vive la santidad, la paz del corazón. Para tener alguna idea de los altos valores que este santo polaco infundía a quienes trabajaban bajo su dirección, para el periódico que editó dio a sus periodistas unas reglas y entre ellas figuraban: “No condenar a los que se equivocan. No apresurarse a la afirmación de una mala voluntad”. Si sólo esas dos máximas aplicáramos en nuestra vida diaria ¡cuánto bien haríamos y nos haríamos! 
También es suya esta frase: “La vida es breve. Hemos de emplear todo nuestro tiempo… Se vive una sola vez. Es necesario ser santos, no a medias, sino totalmente, para gloria de la Inmaculada y la mayor gloria de Dios”. 
Esta brevedad de la vida nos la recuerda una vez más nuestra Madre al exhortarnos a poner nuestro corazón no en las cosas de este mundo, que han de desaparecer, sino en el amor que perdura y trasciende, ese amor manifestado en obras que abrirán las puertas del Reino de Dios. Todo lo que atesoramos en la tierra un día se perderá y para siempre, sólo nos llevaremos el amor que hayamos prodigado con nuestros actos concretos, el bien que hayamos hecho. 
¡Ánimo pues, Ella nos bendice, nos acompaña y ora por cada uno de nosotros para que así sea!
P. Justo Antonio Lofeudo

viernes, 13 de noviembre de 2015

¡CUANTO DUELE ESTA CONFIDENCIA QUE NO ES POCO FRECUENTE!


Mirjana saluda a un sacerdote, el único tipo de personas privilegiada, como reconoció la vidente.«El padre Kevin Scallon, lazarista, quien acompaña frecuentemente a Sr Briege McKenna en sus misiones, dirige maravillosos retiros para sacerdotes en Irlanda y en el mundo entero. Durante su última estadía entre nosotros nos contó un hecho doloroso: un sacerdote le confió que, en ocasión de una crisis interior originada por una sobrecarga de trabajo, había abandonado el sacerdocio:
“Fui a ver al Provincial de mi congregación para quejarme. Estaba aplastado por tanto trabajo y ya no podía más. Le dije que estaba pensando en dejar el sacerdocio. Y entonces, sin siquiera intentar hablar conmigo, ni escucharme un minuto o intentar ayudarme, mi superior me dijo que iba a disponer cuanto antes mi reducción al estado laical. Sin embargo, si me hubiera dedicado un poco de tiempo, si me hubiera escuchado y tomado en consideración mi situación, estoy seguro de que hoy continuaría ejerciendo mi sacerdocio. Lo sé. ¡Continuaría siendo sacerdote!” ¡Cuánto duele esta confidencia que no es poco frecuente! ¡Oh Señor, danos buenos padres de familia, buenos sacerdotes y buenos obispos, padres a imagen del Padre Celestial!»

jueves, 12 de noviembre de 2015

+ COMENTARIO DEL P. GUSTAVO JAMUT AL MENSAJE DE 25 DE OCTUBRE


VIRGEN MARÍA formato cuadradoLa misericordia de la Virgen María, es un reflejo de la misericordia de Jesús, por eso: ella ora a Dios, especialmente por quienes se han vuelto duros de corazón.
Pero, podríamos preguntarnos, ¿Quiénes se han vuelto duros de corazón? O también: ¿Cuál es la señal de que uno se ha vuelto duro de corazón? Y estas preguntas no son para dirigir la mirada a los demás y juzgarlos, sino para examinarnos a nosotros mismos; no sea que siendo sacerdotes, religiosas o laicos comprometidos, nuestro corazón se haya endurecido y ni siquiera nos hayamos dado cuenta.
Se ha endurecido el corazón de quienes no somos conscientes de los dones que Dios cada día nos da; no nos damos cuenta que estamos recibiendo permanentemente un sinfín de Bendiciones, y sin embargo pensamos, hablamos, decidimos y actuamos como quienes parecen no haber tenido nunca la experiencia del amor de Dios y la visita de su Madre.
Se ha endurecido el corazón de quienes se han acostumbrado a los dones del Señor y han perdido la capacidad de la gratitud, de la pequeñez espiritual, de quienes se han vuelto mal humorados y quejosos por todo, de quienes han dejado de dar testimonio de los mensajes con el ejemplo de su vida, vivida con sencillez, generosidad y alegría, se ha endurecido el corazón de quienes no tienen un verdadero compromiso con los mensajes de Nuestra Madre, ni tampoco con sus comunidades.
Se ha endurecido el corazón de quienes no se dan cuenta que están viviendo días de gracia, y en lugar de poner los medios concretos para crecer en la santidad diaria, dan vuelta permanentemente sobre lo mismo, como perro que quiere morderse la cola.
La Reina de la Paz con su presencia, con sus mensajes, y con su oración materna, nos está animando a buscar y a vivir la santidad, liberándonos de todo lo artificial y secundario, y regresando a la esencia del Evangelio, de la Buena Noticia que Jesús nos ha traído, amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas, y al prójimo como a uno mismo.
Por eso, si me permites me atrevo a aconsejarte que este mes no leas el mensaje como uno más, sino que te tomes el tiempo para meditar en el elogio (piropo) que la Reina de la Paz te hace en este mensaje, cuando te dice que eres único/a e insustituible y que eres la alegría de Dios en este mundo, así como también que te tomes el tiempo para pedirle a la Madre que te tome espiritualmente de la mano y te ayude a mirar tu vida con sus ojos, de manera tal que sea ella quien te diga si tu corazón se ha endurecido en algún aspecto. Y si es así ¿en cuál?, y ¿que debes hacer para poder cambiar? Que sea ella que te ayude a encontrar una respuesta sincera a la pregunta de: ¿Cómo estás testimoniando la paz, la oración y el amor en tu familia, en tu comunidad y en todos los ambientes?
Que la Reina de la Paz te conceda su Bendición maternal. Me confío a tu oración.
P. Gustavo Jamut

martes, 10 de noviembre de 2015

¡BENDITA FAMILIA!


Gospa«En medio de las turbulencias suscitadas por los cuestionamientos sobre la familia, deseo hacer resonar aquí la voz apacible, cristalina, profética, penetrante y sanadora de la muy santa madre de Dios. Desde 1981 en Medjugorje nos ha venido dando todas las pistas que necesitamos hoy en día para que nuestras familias sean sanas y santas.
¡Escuchemos su voz y vivamos sus directivas dadas en sus mensajes! ¡Hubiéramos podido evitar tantos dramas, rupturas, perversiones y depresiones que han minado el mundo occidental si hubiéramos puesto en práctica sus consejos maternales! He aquí algunos de ellos que los videntes nos han transmitido en el curso de estos años:
“Queridos hijos, Satanás quiere destruir a sus familias y trabaja día y noche. Resístanle, con el rosario en las manos”.
“Que los padres oren con sus hijos, que los hijos oren con sus padres. De esta manera, unidos en la oración, Satanás no podrá lograr nada en contra de ustedes”.
“Los invito a orar cada día en familia. La oración en familia es EL remedio para sanar al mundo de hoy”.
“Un simple rosario puede realizar milagros en el mundo y en sus vidas”.
“Que su primer grupo de oración sea la familia de ustedes”.
“Cuando oran juntos, Jesús está en medio de ustedes. El objetivo de la oración en familia es hacer que Jesús esté con ustedes”.

Aparición de la Virgen a Mirjana en Medjugorje el 2 de agosto de 2015Cuando Jesús está con nosotros, ¡qué otra cosa podemos necesitar, teniendo a Dios en nuestro hogar! Jesús, por supuesto, realiza un trabajo divino entre nosotros. Le dará a uno la paz, a otro la sanación, la liberación, la alegría, el consuelo, la luz… y nuestra vida familiar se transformará. Si oramos todos los días, Jesús vivirá con nosotros, será un miembro más de nuestra familia. A tal punto que papá, mamá, el tío hablarán de Él con amor y respeto y los niños que moran allí comprenderán que Dios es grande, que Dios existe, que es bueno puesto que papá y mamá se dirigen a Él con amor. Y así las semillas de la fe se depositarán en sus corazones. Pero si los padres nunca hablan de Dios en familia, los niños comprenderán que Dios no existe o, si existe, que no es importante.
Jesús monta guardia en nuestro hogar. Llena la casa con su presencia y estamos felices. Neutraliza poco a poco todos los virus que destruyen a la familia: la crítica, el odio, los celos, la envidia… sin olvidar la pornografía que invade tantos hogares. Una encuesta ha demostrado que la pornografía es la causante de más del 70% de los divorcios. Jesús limpiará todo lo que daña a la familia y sembrará en ella los valores que la construyen: la unión de los corazones, el compartir, la ayuda mutua, el perdón. Si sus miembros nunca se piden perdón, la familia está en peligro. Es muy saludable no acostarse por la noche sin haber hecho las paces entre nosotros.
De esta manera cuando Satanás llega a nuestra casa para realizar su trabajo de destrucción, ve que el lugar ya está ocupado por otra persona. Ve que Jesús está allí y queda aterrorizado. Deja caer sus armas y ya no puede hacernos daño. Jesús lo ha vencido en la cruz y desde aquel momento el Enemigo no soporta su presencia. Una familia que ora cada día construye una barrera de contención contra el mal, contra el Destructor. ¡Esta barrera es el mismo Cristo! Pero en una familia que no ora, ¿dónde está la barrera? No la tiene, y la familia corre serios riesgos.
Gospa en AdoraciónSuelen oírse los siguientes comentarios: “Ahora podemos casarnos porque tenemos todo lo que necesitamos para formar una buena familiacasa, dinero, trabajo, salud… todo”. Pero si Jesús no está en el centro de la familia, ¿dónde está su protección? Cuando el Destructor llegue para arrasar con ella, no será ni la casa, ni el trabajo, ni el dinero lo que lo ahuyentará. ¡Sólo Jesús puede hacerlo! Es preferible tener a Jesús y ser pobre que poseer muchos bienes sin Jesús. Cuando María eligió el pueblito de Medjugorje dijo: “¡He encontrado aquí a verdaderos creyentes!” ¡Para aquellas familias, Jesús era su único bien!
Si alguien blasfema en la familia, ignórenlo. Permanezcan tranquilos y hagan de cuenta que no oyeron nada, pero en su corazón bendigan a Dios. Entonces su bendición anulará el efecto de la blasfemia. ¡El que blasfema se cansará de blasfemar antes de que ustedes se cansen de bendecir a Dios! De esta manera conservarán la paz en su corazón y esta paz fluirá a su alrededor. Dios tiene un plan de santidad para todos los miembros de su familia. Si oran, serán el instrumento de Dios para aquellos que no conocen su amor. “No discutan”, nos dice María. Los corazones se abren por medio del ejemplo y no por medio de discusiones.
La Virgen vino para suplicarnos: “¡Renueven la oración en familia!”. Hoy en día el ataque es muy fuerte, necesitamos armas poderosas para no ser derrotados.
¡Oremos mucho por el Sínodo en Roma!»

miércoles, 4 de noviembre de 2015

+ LOS DEMONIOS Y LAS APARICIONES A MIRJANA


medjugorje_aparicion_a_mirjana_del_2_de_agosto_de_2015Exactamente el día en que comenzó el tercer milenio, el 1 de enero de 2001, la Reina de la Paz dijo en un mensaje: “Ahora satanás está libre de sus cadenas”. A medida que se acercan los secretos anunciados por la Virgen en Medjugorje al maligno se le acaba el tiempo para actuar. Por este motivo actúa cada vez con mayor agresividad y maldad: sabe que se le acaba el tiempo.
Unido a esto la Reina de la Paz cada vez se manifiesta con más amor y con más poder a través de su presencia en Medjugorje. Por un lado satanás está más rabioso y más activo que nunca. Por otro lado la Mujer que le pisa la cabeza se manifiesta cada vez con más fuerza como Reina de la Paz.
Este es el motivo que explica lo que está ocurriendo cada vez con mayor notoriedad durante las apariciones del día dos a Mirjana. Los demonios se manifiestan y se oyen gritos, gemidos, con voces tremendas que no parecen de este mundo. El demonio, que está instalado como dueño en el interior de muchas personas, manifiesta toda su rabia y desesperación cuando se hace presente aquella que le pisa la cabeza.
Esto no debe causar miedo: es un motivo de alegría. Es una prueba más de que en Medjugorje está sucediendo una gran batalla, las almas son liberadas del domino del infierno y satanás es vencido por la Virgen María. Es una prueba más de que a través de Medjugorje Dios tiene un plan muy especial: vencer para siempre al mal.
Fuente: Reina de la Paz TV
Rosas para la Gospa | 29 octubre, 2015 en 10:41 PM | Categorías: Sin categoría | URL: http://wp.me/p16DH0-2WR

martes, 3 de noviembre de 2015

+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-11-15



“Queridos hijos, de nuevo quiero hablaros del amor. Os he reunido en torno a mí, en Nombre de mi Hijo, según Su voluntad. Quiero que vuestra fe sea firme y que provenga del amor, porque mis hijos que comprenden el amor de mi Hijo y lo siguen, viven en el amor y en la esperanza. Ellos han conocido el amor de Dios. Por eso, hijos míos, orad, orad para que podáis amar más y hacer obras de amor, porque la fe sola, sin amor y sin obras de amor, no es lo que busco de vosotros. Hijos míos, esa es una apariencia de fe, eso es vanagloriarse. Mi Hijo pide fe y obras, amor y bondad. Yo oro y os pido también a vosotros, que oréis y viváis el amor, porque quiero que mi Hijo, cuando mire los corazones de todos mis hijos, pueda ver en ellos amor y bondad, y no odio ni indiferencia. Queridos hijos, apóstoles de mi amor, no perdáis la esperanza, no perdáis la fuerza, vosotros podéis lograrlo. Yo os aliento y os bendigo, porque todas las cosas de esta tierra –que desgraciadamente muchos hijos míos ponen en el primer lugar– desaparecerán, y permanecerán solo el amor y las obras de amor, que os abrirán las puertas del Reino de los Cielos. Yo os estaré esperando en Esas puertas. En Esas puertas quiero esperar y abrazar a todos mis hijos. ¡Os doy las gracias!”