lunes, 29 de agosto de 2016

+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 25-08-16



“Queridos hijos! Hoy quiero compartir con vosotros la alegría del Cielo. Vosotros, hijos míos, abrid la puerta del corazón a fin de que en vuestro corazón crezca la esperanza, la paz y el amor que solo Dios da. Hijos míos, estáis demasiado apegados a la Tierra y a las cosas terrenales, por eso Satanás os agita como el viento lo hace con las olas del mar. Por lo tanto, que la cadena de vuestra vida sea la oración con el corazón y la adoración a mi Hijo Jesús. Entregad a Él vuestro futuro para que en Él seáis alegría y ejemplo para los demás con vuestras vidas. Gracias por haber respondido a mi llamada.”

miércoles, 24 de agosto de 2016

+ "REGRESEN A LA EUCARISTÍA"


Gospa - Podbro“El camino a mi Hijo es difícil, lleno de renuncias, pero al final, siempre hay luz. Comprendo vuestras penas y sufrimientos, y con amor maternal enjugo vuestras lágrimas. Confíen en mi Hijo, porque Él hará por ustedes lo que ni siquiera ustedes saben cómo pedirlo”.
Eucaristía es la Vida que vence la muerte, es la Luz que diluye las tinieblas. Por la Eucaristía participamos de la vida eterna y alcanzamos la resurrección prometida. 
Eucaristía es Dios Todopoderoso oculto pero presente. De ahí su poder silencioso de transformación. 
Reconocer el mal que nos separa de Dios, aborrecer el pecado y desear encontrarse con Él por medio de la Eucaristía es el primer acto hacia la glorificación al Corazón del Señor. La conversión implica lucha espiritual, combate, aceptación de la cruz, con la fe en el Señor, en su amor, en que ése y no otro es el camino que lleva a la luz. 
Sin conversión no hay salvación, por eso el llamado perenne de Dios a la conversión. En estos últimos tiempos, la Santísima Virgen, enviada de Dios, nos lo repite a nosotros y ahora, de un modo aún más concreto, nos exhorta: “Regresen a la Eucaristía”. Lo que en definitiva nos está diciendo es que en la Eucaristía está nuestra salvación. Y no podría ser de otro modo, porque la Eucaristía es Jesucristo vivo y actuando en medio de nosotros.
P. Justo Antonio Lofeudo


jueves, 18 de agosto de 2016

“Le imploro a mi Hijo que ninguno de ustedes, hijos míos, vuelva a su casa igual que ha venido”


Aparición de la Virgen a Mirjana en Medjugorje el 2 de septiembre de 2015 - 13Creo no equivocarme, pero es la primera vez que, en una pincelada entrañable, nos habla de esa parte de la vida del Señor de la que nada dicen los Evangelios. Como lo hace con los videntes en privado ahora a nosotros nos confía algo de la vida oculta de la sagrada familia nazarena. Esas pocas palabras dicen mucho y definen un rasgo de Jesús: aún niño, es el Señor. El Señor que por ser Dios sabe infinitamente más que ese niño hijo de María. Profetiza no como los profetas que hablan en nombre de Dios, porque Él es Dios, es la misma Palabra que le dice no sólo que todas las generaciones la llamarán dichosa (como el Espíritu Santo le había revelado a la Virgen en su encuentro con Isabel), sino también madre y que será amada, muy amada. Porque grandes cosas está haciendo en ella el Todopoderoso. Ese mismo niño es el que ya hombre, clavado en la cruz, le provocará en la Virgen el parto doloroso de su maternidad de todos los hombres, al entregarla a su discípulo fiel y a través de él a todos nosotros, de generación en generación. Y aquel discípulo, Juan, tendrá con los años, después de muchos, una visión. La verá como la Mujer vestida de sol, con la corona de doce estrellas, con la luna bajo sus pies, encinta, gritando de dolor por el parto. Porque aquel parto en la cruz continúa, es el dolor de dar a la luz de Cristo a los nuevos hijos, rescatándolos de las garras del Dragón. Nosotros somos sus hijos, de su linaje, los nacidos en Cristo a una vida nueva. Somos los que la llamamos Madre y la amamos y deseamos ser fieles a su llamado a cooperar en la salvación de otros.  
La referencia que luego hace, “volver a las casas de las que han venido”, va dirigida a los peregrinos que en ese momento están en Medjugorje, pero por extensión a todos nosotros que vamos tantas veces en el espíritu hasta allí. Para que no regresemos luego de cada una de esas visitas, físicas o espirituales, a nuestra casa, al interior de nuestra alma, como hemos ido sino enriquecidos. Y para eso apela ante el Hijo, por el amor que le tenemos a Ella. No es difícil imaginar su apelación a Jesucristo: “Mira, Hijo, ¡cuánto me aman! Era como Tú me habías dicho siendo apenas un niño. ¡Aquí están! Te ruego por cada uno de ellos. Están siendo probados, que no decaigan, devuélveles la esperanza. Que sean misericordiosos como Tú le pides y que tengan amor para que puedan ser mis apóstoles del amor y vayan al mundo dando testimonio de ese amor que ama perdonando y perdona amando. Tú, Hijo, tienes el poder de hacer nuevas todas las cosas, renueva esos corazones y dales una vida nueva”.
P. Justo Antonio Lofeudo

martes, 16 de agosto de 2016

+ Mensaje extraordinario de la Virgen en Medjugorje a Iván 12-08-16


aparación al vidente Ivan en la Cruz Azul - 10 de agosto de 2012«También esta noche la Virgen ha venido a nosotros contenta y feliz, y nos ha saludado a todos con su saludo materno: “¡Sea alabado Jesús, queridos hijos!”. Después extendió sus manos y oró un tiempo prolongado sobre todos nosotros. En modo particular oró por todos los enfermos aquí presente. Luego la Virgen dijo:
“Queridos hijos, también hoy los invito a la perseverancia en la oración. Oren, queridos hijos, en particular por la perseverancia en la oración familiar. Hoy oro junto a ustedes por la familia. Deseo, queridos hijos, la santidad en la familia, para que haya más familias santas que oren y vivan las palabras de mi Hijo y los mensajes que les doy. ¡Gracias, queridos hijos, por haber respondido también hoy a mi llamada!”
Luego nos bendijo con su bendición materna y bendijo todos los artículos religiosos que han traído para la bendición. También hoy los encomendé a todos ustedes, todas sus necesidades, sus intenciones, sus familias. En modo particular encomendé a todos los enfermos y sacerdotes aquí presente. Después la Virgen continuó orando un tiempo sobre todos nosotros y en esta oración se marchó, se marchó en el signo luminoso de la luz y de la cruz con su saludo: “Vayan en paz, queridos hijos míos.”»

jueves, 11 de agosto de 2016

+ VICKA ESTÁ NUEVAMENTE ENFERMA


vicka-la-vidente-de-medjugorje«La vidente Vicka tuvo que partir a Roma para un nuevo tratamiento de su espalda ya tan estropeada. ¡Oremos por esta mujer tan valiente que tan sólo piensa en alimentarnos con los mensajes de la Virgen, frecuentemente a costa de su salud! Continúa ofreciendo sus sufrimientos a Jesús, con alegría, para que vivamos los mensajes.»
© Children of Medjugorje del mes de julio de 2016


jueves, 4 de agosto de 2016

+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-08-16



“Queridos hijos, he venido a vosotros, en medio de vosotros, para que me deis vuestras preocupaciones, para que las presente a mi Hijo e interceda ante Él por vosotros y vuestro bien. Sé que cada uno de vosotros tiene sus preocupaciones, sus pruebas; por eso os invito maternalmente: venid a la Mesa de mi Hijo. Él, por vosotros, parte el pan, se da a vosotros, os da la esperanza. A vosotros os pide más fe, más esperanza y más vitalidad. Pide vuestra lucha interior contra el egoísmo, contra el juicio y las debilidades humanas. Por eso yo, como Madre, os digo: orad, porque la oración os da la fuerza para la lucha interior. Mi Hijo, de pequeño, me decía a menudo que muchos me habrían amado y llamado Madre. Yo, aquí en medio de vosotros, siento amor y os doy las gracias. Por medio de este amor, ruego a mi Hijo para que ninguno de vosotros, hijos míos, vuelva a casa igual que antes, para que llevéis siempre más esperanza, misericordia y amor; para que seáis apóstoles del amor, aquellos que con su vida testimoniarán que el Padre Celestial es fuente de vida y no de muerte. Queridos hijos, nuevamente y maternalmente os pido: orad por los elegidos de mi Hijo, por sus manos bendecidas, por vuestros pastores, para que puedan predicar a mi Hijo siempre con más amor, y así obrar conversiones. ¡Os doy las gracias!”

martes, 2 de agosto de 2016

ESTUVO VARIAS VECES EN LA CÁRCEL, HASTA QUE LEYÓ UN LIBRO SOBRE LA VIRGEN: HOY ES SACERDOTE


Pasó su juventud entre drogas y prisiones. Hoy lleva sotana y de aquella vida sólo queda el surf cuando lo permiten sus conferencias en todo el mundo.
Donald Calloway, con su tabla de surf
Donald Calloway, con su tabla de surf
Desde hace unos meses, en las librerías norteamericanas se encuentra una obra, No turning back. A witness to mercy [No hay vuelta atrás. Un testimonio de la misericordia], cuyo autor es de los que tienen una vida que contar. Se trata del padre Donald H. Calloway, que narra en él de forma pormenorizada la historia de su conversión.
No es la primera vez que lo hace, y de hecho recorre el mundo con esa misión. Su agenda de conferencias, disponible en su página web, está repleta para 2011 y 2012, y ya hay algunas anunciadas para 2013 y 2014. La cubierta del libro le muestra como es hoy: con sotana, rosario en mano, junto al mar y con la tabla de surf, su gran pasión, a los pies (un cura «muy americano»). Pero en la portada de ReL le hemos mostrado también cómo era hace no tantos años: guitarra en mano y con una melena estilo heavy metal hasta media espalda.
Por aquel entonces, la vida de Calloway hacía presagiar poco su futuro. Su vida estaba, como ha confesado en alguna entrevista, «en espiral descendente». Familia desestructurada (su madre se casó tres veces), ninguna formación religiosa, pelo hasta la cintura, tatuajes por todo el cuerpo, drogas, alcohol... Era una pesadilla en las bases militares en las que vivía por razones familiares, tanto en Japón como en Estados Unidos. Desesperada por su caso, su madre consultó a un sacerdote y acabó convirtiéndose al catolicismo, pero todo pareció inútil durante años, y los tratamientos de rehabilitación no arreglaban el problema más que temporalmente. Pasó por correccionales, en Louisiana visitó la cárcel en más de una ocasión...
Pero todo cambió en 1992: «Una noche supe que algo iba a cambiar radicalmente en mi vida. Sabía que algo iba a suceder, lo sabía». Así que en vez de salir con sus amigos se quedó en su habitación aguardando ese algo... que llegó en forma de un libro sobre Medjugorje, que cayó en sus manos de forma casual cuando salió a buscar algo de lectura con el que pasar el rato de espera.
«Yo era una pizarra en blanco», explica. No sabía quién era la Virgen, tampoco apenas quien era Jesucristo, pero tras leer el libro, y cautivado por la figura de María, acudió al capellán de la base donde residía, y durante la misa que éste celebró experimentó la presencia de Cristo en el Calvario. Tras hablar con el sacerdote, y convertido ya, rezó, se deshizo de cuantos objetos negativos había en su casa, lloró, se arrepintió... y se acostó: «Por primera vez en años me sentí libre. Una paz increíble se apoderó de mí».
Así nació el «nuevo» Donald Calloway, que con el tiempo se unió a una congregación religiosa especialmente centrada en Nuestra Señora, los Marianos de la Inmaculada Concepción, fundados por el escolapio polaco Estanislao Papczynski en 1673. La congregación, duramente perseguida por los zares en la época en que dominaban Polonia, estuvo a punto de extinguirse en 1908, cuando quedó un único miembro, el futuro obispo lituano Jorge Matualitis-Matulewicz, quien a su muerte en 1927 había conseguido reflotarla, contando entonces con trescientos miembros. Hoy está extendida por todo el mundo, con fuerte presencia en Estados Unidos.
Y allí fue donde recibió como sacerdote a Donald Calloway, tras cursar estudios de filosofía y teología con franciscanos y dominicos. Tras su ordenación, ha escrito diversos libros sobre mariología y sobre la espiritualidad de Santa Faustina de la Divina Misericordia, y ahora este testimonio de lo que la Santísima Virgen hizo en su alma.
En palabras del surfista Peter Kreeft, autor de Surfeo, luego existo. Una filosofía del surf, «en su vida actuaron el poder de Jesús y el de María con la potencia de una ola del Pacífico». Y a fe, que supo cabalgarla.