“¡Queridos hijos! Hoy os invito a que recéis aún más, hasta que
en vuestro corazón sintáis la santidad del perdón. Debe haber santidad en las
familias, porque, hijos míos, no hay futuro para el mundo sin amor ni santidad,
porque vosotros os dais en santidad y en alegría a Dios Creador que os ama con inmenso
amor. Por eso Él me envía a vosotros. ¡Gracias por haber respondido a mi
llamada!”
-HERMANDAD DE LA MISERICORDIA DIVINA- "Jesús, en Ti confío, en estas palabras se resume la fe del cristiano, que es la fe en la Omnipotencia del amor misericordioso de Dios" (Benedicto XVI) "Sed apóstoles de la Divina Misericordia" (Beato Juan Pablo II) *LA HUMANIDAD NO CONSEGUIRÁ LA PAZ HASTA QUE NO SE DIRIJA CON CONFIANZA A MI MISERICORDIA* (D. 300) (D. ---) [Diario, La Divina Misericordia en mi alma, de Santa María Faustina Kowalska. Editado por: Ediciones Levántate.]
lunes, 27 de enero de 2020
viernes, 3 de enero de 2020
+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-01-20
“Queridos hijos, sé que estoy presente en vuestras vidas y en
vuestros corazones. Siento vuestro amor, escucho vuestras oraciones y las
dirijo a mi Hijo. Pero, hijos míos, mediante mi amor maternal, yo deseo estar
en la vida de todos mis hijos. Quiero reunir a todos mis hijos a mi alrededor,
bajo mi manto maternal. Por eso, os invito y os llamo a vosotros, apóstoles de
mi amor, para que me ayudéis.
Hijos míos, mi Hijo pronunció las palabras “Padre Nuestro”, Padre Nuestro que
estás en todas partes y en nuestros corazones, porque Él quiere enseñaros a
orar con palabras y sentimientos. Desea que siempre seáis mejores, que viváis
el amor misericordioso que es oración y sacrificio ilimitado por los demás.
Hijos míos, dad a mi Hijo amor por el prójimo, dad a vuestro prójimo palabras de
consuelo, de compasión y obras de justicia. Todo lo que dais a los demás,
apóstoles de mi amor, es acogido por mi Hijo como un regalo. Y estoy con
vosotros porque mi Hijo desea que mi amor, como un rayo de luz, reanime
vuestras almas y os ayude en la búsqueda de la paz y de la felicidad eterna.
Por eso, hijos míos, amaos los unos a los otros, permaneced unidos por medio de
mi Hijo. Sed hijos de Dios, que, todos unidos, pronunciáis el Padre Nuestro con
un corazón pleno, abierto y puro. ¡Y no temáis! Os doy las gracias.”
Suscribirse a:
Entradas (Atom)