“Queridos hijos, hoy os traigo a mi Hijo
Jesús, para que os dé su paz y su bendición. Hijos míos, os invito a todos a
que viváis y testimoniéis las gracias y los dones que habéis recibido. ¡No
temáis! Orad para que el Espíritu Santo os conceda la fuerza para ser testigos
alegres y personas de paz y de esperanza. Gracias por haber respondido a mi
llamada”.
-HERMANDAD DE LA MISERICORDIA DIVINA- "Jesús, en Ti confío, en estas palabras se resume la fe del cristiano, que es la fe en la Omnipotencia del amor misericordioso de Dios" (Benedicto XVI) "Sed apóstoles de la Divina Misericordia" (Beato Juan Pablo II) *LA HUMANIDAD NO CONSEGUIRÁ LA PAZ HASTA QUE NO SE DIRIJA CON CONFIANZA A MI MISERICORDIA* (D. 300) (D. ---) [Diario, La Divina Misericordia en mi alma, de Santa María Faustina Kowalska. Editado por: Ediciones Levántate.]
miércoles, 27 de diciembre de 2017
viernes, 15 de diciembre de 2017
+ NOVENA AL NACIMIENTO DE CRISTO
Novena al Nacimiento de Cristo
La Virgen en sus mensajes nos invita a prepararnos para el nacimiento de su Hijo Jesús con la oración. Por eso, en estas fechas tan especiales proponemos rezar la Novena de Navidad, la cual empieza el sábado 16 de diciembre y finaliza la víspera de Navidad el 24 de diciembre.
La novena ya está disponible en la web ¡os animamos a comenzar nueve días de preparación para que el Niño Jesús nazca en cada corazón! ...más
lunes, 4 de diciembre de 2017
+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-12-17
“Queridos hijos, os hablo como vuestra Madre, Madre de los
justos, Madre de aquellos que aman y sufren, Madre de los santos. Hijos míos,
también vosotros podéis ser santos, eso depende de vosotros. Santos son
aquellos que aman sin medida al Padre Celestial, aquellos que lo aman sobre
todas las cosas. Por eso, hijos míos, procurad siempre ser mejores. Si
procuráis ser buenos, podéis ser santos, sin pensar que lo sois. Si pensáis que
sois buenos, no sois humildes y la soberbia os aleja de la santidad. En este
mundo inquieto, lleno de amenazas, vuestras manos, apóstoles de mi amor,
deberían estar extendidas en oración y misericordia.
A mí, hijos míos, regaladme el Rosario, esas rosas que tanto amo. Mis rosas son
vuestras oraciones dichas con el corazón y no solo recitadas con los labios.
Mis rosas son vuestras obras de oración, de fe y de amor. Cuando mi Hijo era
pequeño, me decía que mis hijos serían numerosos y me traerían muchas rosas. Yo
no lo comprendía. Ahora sé que esos hijos sois vosotros, que me traéis rosas
cuando amáis a mi Hijo sobre todas las cosas, cuando oráis con el corazón,
cuando ayudáis a los más pobres. ¡Esas son mis rosas! Esa es la fe que hace que
todo en la vida se haga por amor, que no se conozca la soberbia, que se esté
pronto a perdonar; nunca juzgar y tratar siempre de comprender al propio
hermano. Por eso, apóstoles de mi amor, orad por aquellos que no saben amar,
por aquellos que no os aman, por aquellos que os han hecho mal, por aquellos
que no han conocido el amor de mi Hijo. Hijos míos, esto es lo que pido de
vosotros, porque recordad: orar significa amar y perdonar. Os doy las gracias.”
Suscribirse a:
Entradas (Atom)