D. 475.- Cuando así rezaba, vi la impotencia
del ángel que no podía cumplir el justo castigo que correspondía por los
pecados. Nunca antes había rogado con tal potencia interior como entonces. Las
palabras con las cuales suplicaba a Dios son las siguientes: Padre Eterno, Te ofrezco el cuerpo y la
Sangre, El Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
por nuestros pecados y los del mundo entero. Por su dolorosa Pasión, ten
misericordia de nosotros.
D. 476.- A la mañana siguiente (1), cuando
entré en nuestra capilla, oí esta voz interior: Cuantas veces entres en la capilla, reza en seguida esta oración que te
enseñé ayer. Cuando recé esta plegaria, oí en el alma estas palabras: Esta oración es para aplacar Mi ira, la
rezarás durante nueve días con un rosario común, de modo siguiente: primero
rezarás una vez el Padre nuestro y el Ave María y el Credo, después, en las
cuentas correspondiente al Padre nuestro, dirás las siguientes palabras: Padre
Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu
Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados
y los del mundo entero; en las cuentas del Ave María, dirás las siguientes
palabras: Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo
entero. Para terminar, dirás tres veces estas palabras: Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
(1) 14 de Septiembre de 1935 (día de
celebración de la Exaltación de la Santa Cruz)
D. 687.- En una ocasión, mientras iba por el
pasillo a la cocina, oí en el alma estas palabras: Reza incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera
que la rece recibirá gran misericordia a la hora de la muerte. Los sacerdotes
se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación. Hasta
el pecador más empedernido, si reza esta coronilla una sola vez, recibirá la
gracia de Mi misericordia infinita. Deseo que el mundo entero conozca Mi
misericordia; deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían
en Mi misericordia.
D. 754.- + Promesa del Señor: A las almas que recen esta coronilla, Mi
misericordia las envolverá en vida y especialmente a la hora de la muerte.
D. 796.- El Señor me dijo rezar esta
coronilla durante nueve días antes de la Fiesta de la Misericordia. Debe
iniciarse el Viernes Santo. Durante
este novenario concederé a las almas toda clase de gracias.
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