Nikola comprobó que entre aquellos chicos que pedían perdón
y daban las gracias se encontraba un camino para él
El pasado sábado 9 de enero, en la parroquia de Colmenar del
Arroyo de Madrid, ofreció su testimonio Nikola Djukic, joven serbio
que durante alrededor de una década vivió esclavo de las drogas y
que en el momento límite de su vacío y de su desesperación fue encontrado
providencialmente por la Misericordia de Cristo.
Fue a través de la Comunidad
del Cenáculo, una comunidad de jóvenes heridos en búsqueda del sentido de
la vida que fue fundada en 1983 por la religiosa italiana Elvira Petrozzi,
conocida por todos como la Madre
Elvira.
La falta de Dios en su vida, preparada por una educación
atea y una vida sin Él, provocó a Nikola un gran vacío interior. Desde los
13 o 14 años comenzó a conocer "la noche", y poco a poco,
progresivamente, a entrar en el consumo de las drogas y a convertirse en un drogadicto.
Cuando conoció la Comunidad del Cenáculo, en Medjugorie,
estaba profundamente destruido. Allí encontró una amistad verdadera, a
jóvenes como él, muchos de los cuales habían recorrido también como él los
caminos que le habían llevado hasta allí. Pero encontraba en ellos una
diferencia radical: eran jóvenes
con una mirada llena de luz y con una sonrisa increíble.
Ese ambiente, hasta entonces desconocido en su existencia,
fue decisivo en su conversión, como explicó a las personas congregadas por
el párroco de Colmenar del Arroyo, Álvaro Cárdenas. Nikola
acudió al Cenáculo para quedarse un mes y terminó quedándose 5 años. La amistad, el trabajo, la
oración y el sacrificio, le liberaron del poder de las drogas y
le devolvieron la verdadera libertad y la alegría de vivir. A los cinco
años de estar en la Comunidad, conoció a Irene, su actual mujer.
Irene era una joven universitaria española a la que conoció dando su
testimonio a un grupo de españoles en el Cenáculo Medjugorie. Hoy
tienen dos
hijos y ambos dedican su vida a que otros puedan
conocer el Amor Misericordioso de Dios y de la Virgen, como ellos lo han
conocido, organizando
peregrinaciones a Medjugorje.
La intervención de Nikola (ver abajo el vídeo) llenó
la parroquia
de Nuestra Señora de la Asunción de Colmenar del Arroyo,
perteneciente a la diócesis de Getafe. Forma parte de la iniciativa
misionera Asalto al Cielo, que programa el párroco, Álvaro Cárdenas, un sábado al mes desde
noviembre de 2014. Se trata de una vigilia de testimonio, adoración y alabanza,
en la cual tras la oración y contemplación de los misterios del Santo
Rosario y el testimonio correspondiente, se expone el Santísimo Sacramento
para un tiempo de adoración, seguido de la Santa Misa .
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