Muchos pueden decir: “Pero, ¿de donde
saco el tiempo para orar si no lo tengo?” Y María podría responderles, como ha
hecho en otros mensajes: “No tienes tiempo para orar porque oras muy poco,
porque cuando saques más tiempo para la oración verás que hasta te sobrará
tiempo para lo que antes no tenía” Entonces, el problema de la gente que no
encuentra tiempo para la oración, quizá en el fondo es, que aman a Jesús como
deben. Porque cuando una persona ama a alguien, a su mujer, a su marido, a sus
hijos… saca el tiempo para atenderle, para servirle, para estar con él. Pero,
¿qué pasa cuando al que hay que atender es a Jesús? ¡Para muchos ya no hay
tiempo! Entonces, el problema no es el tiempo sino la falta de amor al Señor.
En la práctica se ve que
mientras más se ama a Jesús más se ama al prójimo porque Jesús nos acerca al
prójimo. Pero cuanto menos le amamos menos se ama al prójimo. Por eso hay
tantas peleas entre personas que supuestamente se aman, hasta divorcios,
separaciones… La razón: porque no está Jesús en el corazón. Entonces, no es que
haya que amar más al prójimo, sino orar más para que Jesús esté más en el
corazón y de tal forma haya más amor.
Al final la Madre
dice lo que otras veces ha repetido: “Yo estoy con ustedes y los amo a
todos con mi amor materno.” ¡Sea alabado Jesucristo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario