Pero ¿qué es la Misericordia
Divina? Santa Faustina la define con suma claridad, sencillez y profundo
conocimiento de la misma, debido a su íntima relación personal con Jesús;
escribe lo siguiente: “El Amor de Dios
es la flor, la Misericordia es el fruto” (D.949)
Las palabras “Misericordia
Divina”, no son nuevas ni en el vocablo Cristiano, ni en el vocablo del pueblo
Judío, pueblo elegido directamente por Dios, para llevar a término el plan de
salvación para toda la humanidad; que el mismo Dios puso en marcha,
inmediatamente después del pecado original que Adán y Eva cometieron.
Prueba de ello, es que a lo largo
del Antiguo y Nuevo Testamento, la Misericordia Divina; tal y como la expresa
Santa Faustina; se percibe, en toda su extensión y se observa en multitud de
ocasiones, en las que Dios mismo se manifiesta, para ayudar, a su pueblo; a sus
enviados, los profetas; a los reyes, elegidos por Él; y un largo etc.
Pero si todo ello es tan
evidente, tan palpable, tan manifiesto, tan entendido y tan asumido, a lo largo
de la historia de la salvación y de la historia del Cristianismo, ¿por qué 1900
años después de Su Crucifixión, Muerte y Resurrección, Jesús, Se manifiesta
durante años a Santa Faustina, para mostrarle Su Misericordia, para nombrarla
Su secretaria, con la finalidad de que ella escriba todo lo que Jesús le
transmite, y la embarque en la laboriosa misión de divulgar la Misericordia
Divina a todo el mundo?...
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