Es más, una vez encomendada la misión a Santa
Faustina, en el apartado siguiente, Jesús ya desde el principio manifiesta Su
deseo, de que todos Sus sacerdotes, se involucren directa y confiadamente en la
proclamación de Su gran Misericordia.
Ante las posibles dudas, reparos, reticencias
o interpretaciones distintas que Sus sacerdotes pudieran tener ante Su mensaje,
termina el apartado diciendo cuánto le duele la desconfianza de las personas
hacia Su mensaje, pero sobretodo cuánto le duele la desconfianza de Sus almas
elegidas.
D. 50.- Deseo
que los sacerdotes proclamen esta gran misericordia que tengo a las almas
pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí. Me queman las
llamas de la misericordia, deseo derramarlas sobre las almas humanas.
Jesús se quejó conmigo con estas palabras: La desconfianza de las almas desgarra Mis
entrañas. Aún más Me duele la desconfianza de las almas elegidas; a pesar de Mi
amor inagotable no confían en Mí. Ni siquiera Mi muerte ha sido suficiente para
ellas. ¡Ay de las almas que abusen de ella!
Jesús, que Es Modelo y ejemplo de la
confianza plena, en el cumplimiento de la voluntad de Nuestro Padre Dios, se
queja de lo que le duele la desconfianza de las personas en general, pero sobre
todo de las personas que elegidas por Él, están predestinadas a difundir Su
mensaje, a reconocerle en Sus manifestaciones y a orar y a velar por todas las
necesidades espirituales y materiales de todos los hijos de Dios Padre.
La confianza plena en el mensaje de la
Misericordia Divina que Jesús, transmitió a Santa Faustina, es el único requisito
que Jesús nos pide; es la llave que abre la puerta del camino que garantiza la
salvación de nuestra alma; si con alegría y gozo seguimos y cumplimos todas sus
indicaciones; es el único recipiente con el que Jesús nos permite saciarnos en
la Fuente de Su Misericordia Divina.
Es la que nos tiene que llevar a vivir en
plenitud, la Veneración a Su Divina Imagen y a regocijarnos en la explosión de
dones, gracias, alegrías y gozos espirituales que Jesús dispensa en la Fiesta
de la Misericordia Divina.
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