“Queridos hijos, hoy os invito a vivir con Jesús vuestra vida
nueva. Que el Resucitado os dé la fuerza para que seáis siempre fuertes en las
pruebas de la vida y fieles y perseverantes en la oración, porque Jesús os
salvó con sus heridas, y con su Resurrección os ha dado una vida nueva. Orad,
hijos míos, y no perdáis la esperanza. Que en vuestros corazones haya alegría y
paz, y testimoniad la alegría de ser míos. Yo estoy con vosotros y os amo a
todos con mi amor maternal. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
-HERMANDAD DE LA MISERICORDIA DIVINA- "Jesús, en Ti confío, en estas palabras se resume la fe del cristiano, que es la fe en la Omnipotencia del amor misericordioso de Dios" (Benedicto XVI) "Sed apóstoles de la Divina Misericordia" (Beato Juan Pablo II) *LA HUMANIDAD NO CONSEGUIRÁ LA PAZ HASTA QUE NO SE DIRIJA CON CONFIANZA A MI MISERICORDIA* (D. 300) (D. ---) [Diario, La Divina Misericordia en mi alma, de Santa María Faustina Kowalska. Editado por: Ediciones Levántate.]
jueves, 26 de abril de 2018
miércoles, 4 de abril de 2018
+ MENSAJE DE LA VIRGEN EN MEDJUGORJE 02-04-18
“Queridos hijos, por el gran amor del Padre Celestial, estoy con
vosotros como vuestra Madre, y vosotros estáis conmigo como hijos míos, como
apóstoles de mi amor que continuamente reúno en torno a mí. Hijos míos,
vosotros sois aquellos que con la oración os debéis entregar completamente a mi
Hijo, que no seáis más vosotros los que vivís sino mi Hijo en vosotros. De
manera que todos aquellos que no conocen a mi Hijo, lo vean en vosotros y
deseen conocerlo. Orad para que en vosotros vean una decidida humildad y
bondad, disponibilidad para servir a los demás; que vean en vosotros que vivís
con el corazón la llamada terrenal en comunión con mi Hijo; que vean en
vosotros dulzura, ternura y amor hacia mi Hijo, como hacia sus hermanos y
hermanas. Apóstoles de mi amor, debéis orar mucho y purificar vuestros
corazones, de manera que seáis vosotros los primeros en caminar por la senda de
mi Hijo; para que seáis aquellos justos que están unidos a la justicia de mi
Hijo. Hijos míos, como mis apóstoles, debéis estar unidos en la comunión que
proviene de mi Hijo, para que mis hijos, que no conocen a mi Hijo, reconozcan
la comunión del amor, y deseen caminar por el camino de la vida, por la senda
de la unión con mi Hijo. Os doy las gracias”
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