“Queridos hijos, os invito a orar, no pidiendo sino ofreciendo
sacrificios, sacrificándoos. Os invito al anuncio de la verdad y del amor
misericordioso. Oro a mi Hijo por vosotros, por vuestra fe, que en vuestros
corazones disminuye cada vez más. Le pido a Él que os ayude con el Espíritu
Divino, como también yo deseo ayudaros con el espíritu materno. Hijos míos,
debéis ser mejores; solo los que son puros, humildes y llenos de amor sostienen
el mundo, se salvan a sí mismos y al mundo. Hijos míos, mi Hijo es el corazón
del mundo; es necesario amarlo y orarle a Él, y no traicionarlo siempre de
nuevo. Por eso vosotros, apóstoles de mi amor, difundid la fe en los corazones
de los hombres con vuestro ejemplo, con la oración y con el amor
misericordioso. Yo estoy a vuestro lado y os ayudaré. Orad para que vuestros
pastores tengan cada vez más luz, para que puedan iluminar a todos aquellos que
viven en las tinieblas. Os doy las gracias.”
-HERMANDAD DE LA MISERICORDIA DIVINA- "Jesús, en Ti confío, en estas palabras se resume la fe del cristiano, que es la fe en la Omnipotencia del amor misericordioso de Dios" (Benedicto XVI) "Sed apóstoles de la Divina Misericordia" (Beato Juan Pablo II) *LA HUMANIDAD NO CONSEGUIRÁ LA PAZ HASTA QUE NO SE DIRIJA CON CONFIANZA A MI MISERICORDIA* (D. 300) (D. ---) [Diario, La Divina Misericordia en mi alma, de Santa María Faustina Kowalska. Editado por: Ediciones Levántate.]
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario