jueves, 11 de octubre de 2018

¡ELLA PRONUNCIÓ MI NOMBRE!


«En febrero 1991 debía viajar con Vicka a Paris para una corta misión en Francia. Tenía que pasar a buscarla por su casa por la mañana y le dije el día anterior: “Mañana vendré a las 4 de la mañana con un taxi, tienes que estar lista” Llego a su casa a las cuatro y Vicka sube al taxi. Durante el trayecto, le pregunté cómo podríamos organizarnos en París para que ella tuviera un lugar donde recibir la aparición diaria de la Virgen. Pero ella me respondió: “No hace falta, ¡ya se me apareció esta mañana! Sabes, cuando viajo ella acude antes de mi partida, esto sucede muy frecuentemente. Por eso ayer me dijo: ‘Como sor Emmanuel vendrá a buscarte mañana a las 4, me apareceré un poco antes de su llegada…’ Me sorprendí mucho y le pregunté: “¿Cómo? ¿La Virgen pronunció mi nombre?” “Sí, -me respondió Vicka como si fuera lo más natural del mundo- es lógico, ¡siempre hace esto!” Pero para mí aquello fue una gracia inolvidable… ¡La Madre de Dios decidió su horario de aparición en función de la hora que yo había señalado y pronunció mi nombre! ¡Somos demasiado inconscientes de la extrema proximidad de Dios y de su Madre en los más mínimos detalles de nuestra vida cotidiana!»
Rosas para la Gospa | 11 octubre, 2018 en 8:22 AM | Categorías: Sin categoría | URL: https://wp.me/p16DH0-48Q

No hay comentarios:

Publicar un comentario