“Queridos hijos: orad conmigo para que todos vosotros tengáis
una vida nueva. En vuestros corazones, hijos míos, sabéis lo que hay que
cambiar: regresad a Dios y a Sus Mandamientos, para que el Espíritu Santo pueda
cambiar vuestras vidas y la faz de esta tierra, que necesita de una renovación
en el Espíritu. Hijos míos, sed oración para todos los que no oran, sed alegría
para todos los que no ven una salida, sed portadores de luz en la oscuridad de
este tiempo turbulento. Orad y pedid la ayuda y la protección de los Santos,
para que también vosotros podáis anhelar el Cielo y las realidades celestiales.
Estoy con vosotros y a todos os protejo y bendigo con mi bendición maternal.
¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”
-HERMANDAD DE LA MISERICORDIA DIVINA- "Jesús, en Ti confío, en estas palabras se resume la fe del cristiano, que es la fe en la Omnipotencia del amor misericordioso de Dios" (Benedicto XVI) "Sed apóstoles de la Divina Misericordia" (Beato Juan Pablo II) *LA HUMANIDAD NO CONSEGUIRÁ LA PAZ HASTA QUE NO SE DIRIJA CON CONFIANZA A MI MISERICORDIA* (D. 300) (D. ---) [Diario, La Divina Misericordia en mi alma, de Santa María Faustina Kowalska. Editado por: Ediciones Levántate.]
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