Es muchísimo lo que Jesús pone a nuestro
alcance, en el día de la celebración de la Fiesta de la Misericordia, a todos
los que con confianza y alegría se acercan a Él.
Pero desea que además de confianza y alegría,
vayamos con un espíritu bien preparado y predispuesto para que con humildad y
contrición acudamos al Sacramento de la Reconciliación, y una vez puesto
nuestros contadores a cero, podamos recibirle en paz y en plenitud en la Santa
Comunión.
En el apartado D. 796 Jesús nos indica la
mejor forma de prepararnos para Su Fiesta: El Señor me dijo rezar esta
coronilla durante nueve días antes de la Fiesta de la Misericordia. Debe
iniciarse el Viernes Santo. Durante
este novenario concederé a las almas toda clase de gracias.
Imagen, Coronilla, Fiesta y obras de
misericordia son los cuatro pilares fundamentales del Culto a la Misericordia
Divina, que Jesús interrelaciona frecuentemente, porque son el mejor camino,
para adentrarnos en Su Misericordia y conocerla mejor a través de nuestra
propia experiencia.

Ignoramos cuándo será el último día de
nuestra estancia en éste mundo, pero sólo de nosotros depende cómo presentarnos
ante Él, cargados de misericordia o cargados con el peso de nuestras decisiones
equivocadas, que nos han alejado del Él. De nuestros mismos depende que
recibamos Su Misericordia o Su Justicia.
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