domingo, 27 de abril de 2014

2º DOMINGO DE PASCUA ¡¡¡FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA!!!



El Domingo pasado celebramos con gozo y alegría la Resurrección de Jesús. En la lectura del Evangelio, oímos el asombro, el desconcierto y en cierto modo el miedo que mostraron las personas que se acercaron al Sepulcro y lo encontraron vacío. Era evidente que no habían entendido los avisos que previamente les había dado Jesús sobre la Pasión, Muerte y Resurrección, mientras se dirigían a Jerusalén para celebrar la Pascua Judía.

En éste segundo Domingo de Pascua (primer Domingo después de la Resurrección) Jesús Se presenta en medio de los discípulos reunidos en una casa y se dirige al incrédulo Tomás, para mostrarle la herida de Su costado y los agujeros de Sus manos, y le pide que no sea incrédulo y que confíe en Su Resurrección y Tomás cae de rodilla ante Él y le dice "Señor mío, y Dios mío".

El Santo Padre Juan Pablo II (Canonizado hoy en la Plaza de San Pedro) gran divulgador de la Veneración a la Misericordia Divina, el 30 de Abril del 2000 durante la Ceremonia de Beatificación de Santa Faustina Kowalska, cumpliendo la petición que Jesús hizo en varias ocasiones a Santa Faustina, proclamó el primer Domingo después del Domingo de la Resurrección ¡FIESTA DE LA MISERICORDIA DIVINA!

La importancia que ésta Festividad ha de tener para todo Cristiano, Jesús la describe personalmente a Santa Faustina en el siguiente apartado, y la precede con una Novena de preparación, como comenté el pasado Viernes Santo día de inicio de la misma.

D. 699.- Una vez, oí estas palabras: Hija Mía, habla al mundo entero de la inconcebible misericordia Mía. Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores. Ese día están abiertas las entrañas de Mi Misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi Misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales  fluyen  las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata. Mi misericordia es tan grande que en toda la eternidad no la penetrará ningún intelecto humano ni angélico. Todo lo que existe ha salido de las entrañas de Mi misericordia. Cada alma respecto a Mí, por toda la eternidad meditará Mi amor y Mi misericordia. La Fiesta de la Misericordia ha salido de Mis entrañas, deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua. La humanidad no conocerá la paz hasta que no se dirija a la Fuente de Mi misericordia.


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