Para los que deciden ser apóstoles de la
Misericordia Divina, además de las Gracias, Dones y Amor que reciben a través de
la Veneración de la misma, Jesús les promete, que Él Mismo los defenderá en la
hora de la muerte. En el apartado D.378 podemos leer: Una vez, mientras hablaba
con el director de mi alma, en un relámpago más veloz que el de un rayo, vi
interiormente su alma en gran sufrimiento, en tal tormento que son pocas las
almas a las cuales Dios prueba con este fuego. Este sufrimiento se debe a esta
obra. Llegará un momento en que esta obra que Dios recomienda tanto, parecerá
ser completamente destruida, y de repente Dios intervendrá con gran fuerza que
dará testimonio de la veracidad. Ella [la obra] será un nuevo esplendor para la
Iglesia, a pesar de estar en ella desde hace mucho tiempo. Nadie puede negar
que Dios es infinitamente misericordioso; Él desea que todos lo sepan; antes de
volver como Juez, desea que las almas lo conozcan como Rey de Misericordia.
Cuando venga este triunfo, nosotros estaremos ya en la nueva vida, en la que no
hay sufrimientos, pero antes tu alma será saturada de amargura al ver la
destrucción de tus esfuerzos. Sin embargo esta destrucción será solo aparente,
ya que Dios no cambia lo que ha establecido una vez. Pero aunque la destrucción
será aparente, el sufrimiento será real. ¿Cuándo sucederá esto? no sé; ¿Cuánto
tiempo durará? no sé. Pero Dios prometió una gran gracia, especialmente a ti y a todos que proclamen esta gran misericordia Mía.
Yo Mismo los defenderé en la hora de la muerte como Mi gloria aunque los
pecados de las almas sean negros como la noche; cuando un pecador se dirige a
Mi misericordia, Me rinde la mayor gloria y es un honor para Mi Pasión. Cuando
un alma exalta Mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del
infierno.
Reconfortante y estimuladora frase final para
animarnos aún más a la divulgación; tener la certeza de que si exaltamos Su
bondad, Satanás no sólo tiembla, sino que además huye al fondo mismo del
infierno.
Poderosa y eficaz herramienta nos facilita
Jesús, para alejar de nuestras vidas al mayor Enemigo, el devorador incansable
de almas que sólo desea la destrucción y la muerte.
En el apartado siguiente Santa Faustina
escribe: D. 379.- Durante una adoración Jesús me prometió: Con las almas que recurran a Mi misericordia y con las almas que
glorifiquen y proclamen Mi gran misericordia a los demás, en la hora de la
muerte Me comportaré según Mi infinita misericordia.
Él pide incesantemente en los diferentes cuadernos
del Diario que se conozca muy bien la Veneración a Su Misericordia y que se
divulgue incansablemente en todo momento y lugar, para que todas las almas Le
conozcan y Le amen. Lo expresa con toda claridad en el apartado D.404.- Por la
noche estaba ya en Varsovia. Primero saludé al Dueño de la casa y después
saludé a toda la comunidad. Cuando antes de ir a descansar, fui a decir buenas
noches al Señor y le pedí perdón por haber hablado tan poco con Él durante mi
estancia en casa, oí en el alma una voz: Estoy
muy contento de que no hayas hablado Conmigo, y que hayas dado a conocer Mi
bondad a las almas y las hayas invitado amarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario