viernes, 12 de abril de 2013

+ DIVULGACIÓN - CAP. 3


Para los que deciden ser apóstoles de la Misericordia Divina, además de las Gracias, Dones y Amor que reciben a través de la Veneración de la misma, Jesús les promete, que Él Mismo los defenderá en la hora de la muerte. En el apartado D.378 podemos leer: Una vez, mientras hablaba con el director de mi alma, en un relámpago más veloz que el de un rayo, vi interiormente su alma en gran sufrimiento, en tal tormento que son pocas las almas a las cuales Dios prueba con este fuego. Este sufrimiento se debe a esta obra. Llegará un momento en que esta obra que Dios recomienda tanto, parecerá ser completamente destruida, y de repente Dios intervendrá con gran fuerza que dará testimonio de la veracidad. Ella [la obra] será un nuevo esplendor para la Iglesia, a pesar de estar en ella desde hace mucho tiempo. Nadie puede negar que Dios es infinitamente misericordioso; Él desea que todos lo sepan; antes de volver como Juez, desea que las almas lo conozcan como Rey de Misericordia. Cuando venga este triunfo, nosotros estaremos ya en la nueva vida, en la que no hay sufrimientos, pero antes tu alma será saturada de amargura al ver la destrucción de tus esfuerzos. Sin embargo esta destrucción será solo aparente, ya que Dios no cambia lo que ha establecido una vez. Pero aunque la destrucción será aparente, el sufrimiento será real. ¿Cuándo sucederá esto? no sé; ¿Cuánto tiempo durará? no sé. Pero Dios prometió una gran gracia, especialmente a ti y a todos que proclamen esta gran misericordia Mía. Yo Mismo los defenderé en la hora de la muerte como Mi gloria aunque los pecados de las almas sean negros como la noche; cuando un pecador se dirige a Mi misericordia, Me rinde la mayor gloria y es un honor para Mi Pasión. Cuando un alma exalta Mi bondad, entonces Satanás tiembla y huye al fondo mismo del infierno.

Reconfortante y estimuladora frase final para animarnos aún más a la divulgación; tener la certeza de que si exaltamos Su bondad, Satanás no sólo tiembla, sino que además huye al fondo mismo del infierno.

Poderosa y eficaz herramienta nos facilita Jesús, para alejar de nuestras vidas al mayor Enemigo, el devorador incansable de almas que sólo desea la destrucción y la muerte.

En el apartado siguiente Santa Faustina escribe: D. 379.- Durante una adoración Jesús me prometió: Con las almas que recurran a Mi misericordia y con las almas que glorifiquen y proclamen Mi gran misericordia a los demás, en la hora de la muerte Me comportaré según Mi infinita misericordia.   

Él pide incesantemente en los diferentes cuadernos del Diario que se conozca muy bien la Veneración a Su Misericordia y que se divulgue incansablemente en todo momento y lugar, para que todas las almas Le conozcan y Le amen. Lo expresa con toda claridad en el apartado D.404.- Por la noche estaba ya en Varsovia. Primero saludé al Dueño de la casa y después saludé a toda la comunidad. Cuando antes de ir a descansar, fui a decir buenas noches al Señor y le pedí perdón por haber hablado tan poco con Él durante mi estancia en casa, oí en el alma una voz: Estoy muy contento de que no hayas hablado Conmigo, y que hayas dado a conocer Mi bondad a las almas y las hayas invitado amarme.

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