Para
Jesús, el Reverendo Padre Miguel Sopocko, es todo un ejemplo a seguir para
todos los sacerdotes. Fue un pilar fundamental para el alma de Santa Faustina.
Llevó a cabo todas las orientaciones e indicaciones que recibió para favorecer
y promover la divulgación de la Obra de la Misericordia Divina.

Hermosas palabras de Jesús al Padre Sopocko
que definen perfectamente la doble vertiente de su misión sacerdotal.
Como hombre consagrado al sacerdocio, realizó
una labor ejemplar, todos sus esfuerzos, independientemente de los resultados
conseguidos, agradaron a Jesús; su perseverancia, su fe y su amor a Dios eran
tan grandes, que a través de él, Jesús derramaba consuelo a las almas dolientes
y atormentadas.
En éstas palabras, la inmensa mayoría de los
hombres que sintiendo la llamada de Jesús, al sacerdocio, libremente han
decidido gastar sus vidas consagrándolas al servicio de Dios y a la salvación
de las almas, se identificarán con ellas, se verán reflejados en ellas; porque
es lo que se espera de los que libremente aceptaron esta vocación.
Jesús conoce muy bien ésta realidad, sabe
perfectamente los esfuerzos, a veces titánicos, que Sus representantes y
sustitutos, tienen que hacer con frecuencia para salvar almas; Él conoce el
precio, el precio de la sangre, de Su Sangre derramada en la Cruz para nuestra
salvación; si no hay muerte no puede haber resurrección, si no hay sufrimiento,
no puede haber redención.
Por otro lado el Padre Sopocko, tuvo la
sensibilidad espiritual, de reconocer casi de inmediato, que las palabras que
Santa Faustina le comunicaba en el confesionario o en sus cartas, realmente
provenían de Jesús, y se apresuraba dentro de sus posibilidades a ponerlas en
práctica.
Supo ver y transmitir el inagotable cúmulo de
gracias, dones y bendiciones, que brotan del costado de Jesús a través de los
dos rayos de la Misericordia Divina, que fluyen para todas las almas que con
confianza acuden a Él.
Vio con claridad el verdadero Poder Redentor que
tiene el Amor Misericordioso de Jesús, en la Obra de la Salvación de las almas.
Ningún alma que se acoja con confianza a la Misericordia Divina, se perderá.
Jesús en las frases finales del apartado D.
1256, dice del trabajo y de los esfuerzos que el Padre Sopocko realiza para
divulgar ésta obra: A través de esta
obra de misericordia se acercarán a Mí más almas de cuantas se habrían acercado
si él hubiera continuado absolviendo día y noche hasta el fin de su vida,
porque en tal caso trabajaría apenas hasta el fin de su vida, mientras que por
esta obra trabajará hasta el fin del mundo.
Interesantes palabras de Jesús, que los
sacerdotes tendrán que analizar y meditar con serenidad, porque se les plantea
una importante cuestión, decidir entre salvar almas hasta el fin de sus vidas,
o salvar almas hasta el fin del mundo.
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